EL PAPA
132. EL Papa es el Sumo Pontífice de Roma, sucesor de San Pedro y Vicario de Cristo en la Tierra, a quien todos estamos obligados a obedecer y a seguir en su enseñanza.
La Iglesia Católica es la verdadera Iglesia de Jesucristo, porque en ella está el Papa.
El Papa es el Romano Pontífice, sucesor de San Pedro, vicario de Cristo en la Tierra.
Jesucristo dijo a San Pedro:
“Tú eres Pedro y sobre esta Piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.
“Y a ti te daré las lleves del reino de los cielos; y todo lo que atares sobre la tierra, será también atado en los cielos; y todo lo que desatares sobre la tierra, será también desatado en los cielos” (Mat. XVI, 18-19)
Con estas palabras Jesucristo constituyó a Pedro cimiento y jefe supremo de su Iglesia.
La Iglesia debe existir hasta el fin del mundo; luego, las prerrogativas de Pedro han de pasar a sus sucesores hasta el fin del mundo.
La Iglesia no puede estar fuera de su cimiento.
El cimiento de la Iglesia es Pedro y sus sucesores.
Luego, donde están Pedro y sus sucesores, allí está la Iglesia.
LA IGLESIA DOCENTE
133. Nuestro Señor Jesucristo ha dado al Papa el privilegio del Magisterio Infalible, para que nunca enseñe el error.
134. El privilegio del Magisterio Infalible quiere decir que, cuando el Papa enseña a la Iglesia como maestro de la verdad la doctrina de Jesucristo, no puede equivocarse.
El Papa y los Obispos unidos a él, constituyen la Iglesia docente.
La Iglesia docente ha recibido de Jesucristo la misión de enseñar las verdades y las leyes divinas a todos los hombres.
Los hombres reciben solamente de la Iglesia docente el conocimiento pleno y seguro de todo lo que es necesario saber para vivir cristianamente.
La Iglesia docente, al enseñarnos las verdades reveladas por Dios, no puede errar.
El Papa solo, sin los Obispos, es infalible, cuando, como maestro de todos los cristianos, define doctrinas acerca de la fe y costumbres.
En todas las demás cosas el Papa no es infalible ni impecable.
La infalibilidad del Papa no consiste en una revelación particular, ni en una inspiración profética, sino en una asistencia divina que preserva al Papa de todo error, cuando define las verdades reveladas.
Sin la autoridad infalible del jefe de la Iglesia hubiera sido imposible la unidad de fe y creencias.
Después que Jesús subió a los cielos, cada cristiano hubiera entendido la religión de Jesucristo a su modo, y no se sabría quién tendría la razón.
Todos vemos las diferencias de opiniones que hay sobre asuntos relativos al orden natural.
Más grande sería la diferencia de opiniones en las cosas referentes al orden sobrenatural.
135. El Magisterio del Papa es infalible por la asistencia del Espíritu Santo, prometida por Jesucristo a San Pedro, y en él a todos sus sucesores, que son los Sumos Pontífices de Roma.
Jesucristo aseguró que “las fuerzas del infierno no habían de prevalecer contra la Iglesia”, por estar la Iglesia fundada sobre Pedro, es decir, sobre el papa. Por lo tanto, la continua victoria de la Iglesia depende del Papa. Mas es evidente que si el Papa pudiera enseñar el error, en vez de dar a la Iglesia el triunfo, le daría la muerte.
Esta verdad, que siempre fue universalmente creída por los cristianos, fue definida como dogma de fe el 18 de julio de 1870 por el Papa Pío IX.
[Por los mensajes de Nuestra Sra. de las Rosas sabemos que se está crucificando a la Iglesia pero que NO VA A MORIR]
El que no creyese las solemnes definiciones del Papa, o aunque solo dudase de ellas, pecaría contra la fe; y si persistiese obstinadamente en esta incredulidad, ya no sería católico sino hereje.
[Recordar que el Papa sólo puede definir como dogma de fe lo que siempre creyó la Iglesia (toda la Iglesia y en todo tiempo) y sólo es infalible cuando habla desde la Cátedra de San Pedro]
LEGÍTIMOS PASTORES DE LA IGLESIA
136. Cooperan inmediatamente con el Papa en el gobierno de la Iglesia Católica, los obispos.
Los legítimos Pastores de la Iglesia son el Papa y los obispos unidos a él.
El Papa es el obispo de Roma, sucesor de San Pedro.
Los obispos son sucesores de los Apóstoles.
Jesucristo es el Jefe principal o cabeza invisible de la Iglesia. Mas la Iglesia, como sociedad perfecta y visible, debe tener un jefe visible.
El jefe visible de toda la Iglesia es el Papa, quien representa a Jesucristo en la Tierra.
El obispo, con dependencia del Papa, es el jefe de su diócesis.
El obispo en la cura de almas se ayuda de los sacerdotes, y principalmente de los párrocos.
El párroco, con dependencia del obispo, es el jefe de su parroquia.
137. El Papa actual se llama…
138. Nuestro obispo se llama…