25 Apr

EL CUERPO Y ALMA DE LA IGLESIA
En la Iglesia de Jesucristo se debe distinguir el cuerpo y el alma.
El cuerpo de la Iglesia consiste en lo que tiene de visible y externo.
El alma de la Iglesia consiste en lo interno y espiritual, especialmente en la gracia de Dios.
Miembros vivos de la Iglesia  son todos los fieles que están en gracia de Dios.
Miembros muertos de la Iglesia son todos los fieles que están en pecado mortal.
Toda persona que está en gracia de Dios pertenece al alma de la verdadera Iglesia de Jesucristo.
Los fieles católicos que están en pecado mortal pertenecen al cuerpo de la Iglesia Católica, pero no al alma.
Los que no son católicos externamente, sin culpa suya, por no conocer la religión católica, pero aman a Dios y le sirven como saben y pueden, tienen la gracia de Dios y pertenecen al alma de la Iglesia Católica.

[Nuestra Sra. de las Rosas, María Auxilio de las Madres, dijo bien claro que todo el que no cree en Jesucristo como Dios, no entrará al Cielo
Entonces, ¿hay contradicción entre la instrucción religiosa de 1941 y los Mensajes de Nuestra Sra. de las Rosas (1970-1994)? DE NINGUNA MANERA.
Antes era muy difícil llegar a gente en zonas alejadas. Ahora hasta la tribu más aislada de indígenas han recibido la visita de occidentales. Muy por seguro que Dios los guía para que sigan teniendo contacto con los occidentales y luego encuentren la Santa Religión (la religión Católica como lo es en la Santa Tradición). Pero si esos indígenas, desoyen al Santo Espíritu y prefieren quedarse en su paganismo, no entrarán al Cielo.
Los Mensajes de Nuestra Sra. de las Rosas, María Auxilio de las madres, guían a la Iglesia en forma perfecta.]


Nadie puede salvarse fuera de la Iglesia Católica, esto es, no hay salvación para quien muere sin pertenecer al alma de la Iglesia Católica.

IMPORTANCIA DEL NOVENO ARTÍCULO DEL CREDO
Este artículo del Credo es de los más importantes.
La autoridad infalible de la Iglesia es la que nos asegura que las Sagradas Escrituras, el Evangelio y las verdades contenidas en el símbolo mismo, son revelados por Dios.
Además, la Sagrada Escritura puede ser entendida de maneras muy diversas. De ahí la necesidad de que haya una autoridad infalible que la interprete rectamente.
Creemos a la Iglesia Católica, porque ella tiene todos los caracteres necesarios que demuestran su divina institución.
Por consiguiente, ella es nuestra maestra y guía, para que podamos alcanzar la eterna salvación.
[Nuestra Sra. de las Rosas (www.tldm.org/Spanish/messages/messages.htm  Y www.tldm.org/Spanish/directives/directives.htm  es quien guía a la Iglesia en estos tiempos de crisis, confusión y tinieblas, los que rechacen esos Mensajes serán rechazados para el Cielo.
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La Iglesia dice, con razón, que el Espíritu Santo la guía, pero el problema es que muchos en la Iglesia no lo escuchan (lean el mensaje de marzo 6, 1970).
La Virgen María está llena del Espíritu Santo, es Espejo Purísimo de Dios y Ella viene a la Tierra en muchas apariciones para guiarnos. Y en los Mensajes de Nuestra Sra. de las Rosas habla Dios Padre, Dios Hijo y el Espíritu Santo, Papas, Santos, Ángeles… los Mensajes ya fueron aprobados por la Conferencia Episcopal de Nigeria, pero la gente no la está obedeciendo, no se ve a nadie con la cruz bien visible con la imagen de Jesús, en el cuello.
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Si no son capaces de obedecer a apariciones ya aprobadas (por ej., no se consagró Rusia todavía, aunque lo pidió Nuestra Sra. de Fátima)…, si muchos de los purpurados son clones que trabajan para su organización satánica, si los católicos sinceros están despareciendo porque no se protegen con los sacramentales como manda Nuestra Sra. de las Rosas (y son cambiados por clones), ¿van a seguir sentados sobre sus excrementos, tan tranquilos, diciendo que no hay problema porque el Espíritu Santo guía a la Iglesia? Claro que en ella se cumple la Santa Voluntad de Dios, que es misericordioso (nos da Avisos a través de Su Santísima Madre) y justo (va a enviar un castigo terrible a toda la humanidad y a la Iglesia para purificarlos por no volver a la Santa Tradición). Obedezcan los Mensajes de Nuestra Sra. de las Rosas y van a recibir todas las gracias que necesiten en los días tan terribles que están por venir si no se obedece a Nuestra Sra. de las Rosas. ]
Debemos, pues, obedecer a la Iglesia.
[Con más razón debemos obedecer a Nuestra Señora, que es Reina y Madre de la Iglesia]
Nuestro Señor Jesucristo dijo a sus Apóstoles:
“El que a vosotros oye, a Mí me oye; el que a vosotros desprecia, a Mí me desprecia.”
“El que no oye a la Iglesia, sea tenido por gentil y publicano”

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