[LO PONGO DE NUEVO PORQUE LOS ENEMIGOS LO HAN BORRADO.]
CUARTO MANDAMIENTO – (CONTINUACIÓN) DEBERES DE SUPERIORES E INFERIORES
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LECCIÓN 17 de La Moral Católica (Mis notas en [ ].)
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198.- Agrupaciones sociales.- Creó Dios al primer hombre con tendencia sociable y le dio una ayuda y compañera, fundando así la sociedad conyugal, base de todas las demás que se habían de formar. La familia o conjunto de padres e hijos se llama sociedad paternofilial o doméstica. Las relaciones de ésta con su servidumbre dan lugar a la sociedad heril, que puede equipararse a la sociedad patronal, formada por las relaciones entre amos y criados, patronos y obreros, y, por extensión, entre maestros y discípulos.
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[Quede claro que la Iglesia enseña que los criados (sociedad heril) está equiparada a la sociedad patronal, a los criados se les deben respetar sus derechos y dignidad.]
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[¿Es necesario tener que aclarar que toda esa organización va a funcionar en paz y bien sólo si se respetan los 10 Mandamientos como los enseña la Santa Tradición? Eso es: Amando a Dios y respetando Sus Leyes.]
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La sociedad civil es el conjunto de muchas familias que viven en perfecta unión bajo una autoridad común, para fines de perfeccionamiento y bienestar temporal. Para fines diversos asócianse Estados y Naciones y forman confederaciones o sociedades de Estados y Naciones. La más perfecta y universal es la sociedad religiosa, formada por los superiores eclesiásticos y los fieles.
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199.- Superiores.- Entendemos por superiores todas aquellas personas –hombres o mujeres- que ejercen alguna autoridad espiritual o temporal sobre otras de que tienen cargo; tales son los maestros y maestras, los amos, los patrones, las autoridades civiles y los superiores eclesiásticos. En el cuarto mandamiento van encuadrados los deberes de todos ellos y los de sus respectivos súbditos.
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En la sociedad humana cada uno debe ocupar su puesto: unos están para mandar y otros para obedecer, unos para enseñar y otros para aprender, unos para guiar y otros para seguir, y entre todos ha de haber unión y ayuda mutua, como la observamos entre los miembros de un mismo cuerpo orgánico.
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209.- Deberes de los discípulos.- El Colegio y la escuela son una verdadera prolongación de la familia. El profesor y el maestro suplen a los padres en cuanto a la instrucción y educación se refieren; por tanto, los discípulos tienen para con ellos los mismos deberes de amor, respeto y obediencia que para con sus progenitores.
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Deben amarlos y estimarlos para corresponder de algún modo al interés de que son objeto de parte de ellos. Gran estimación mostraba Alejandro Magno a su maestro cuando decía: “Más debo a Aristóteles, mi preceptor, que a Filipo, mi padre; porque, si a éste debo la existencia y un reino, a aquél debo el ser hombre y el arte de gobernar bien”.
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Un ex ministro hindú, antiguo alumno del Colegio de Jesuitas de Bombay, decía: “Siento y creo sinceramente que lo poco que puedo valer, lo debo a la educación recibida de maestros y consejeros tan buenos y tan sinceramente deseosos de mi bien”.
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Deben respetarlos, como a representantes de dios y de sus padres; escuchar sus consejos y atender a sus reprensiones, encaminadas todas a su mejor formación.
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Les deben obediencia, acatando con docilidad cuantas indicaciones les hagan.
Es, además, deber de estado muy peculiar del estudiante, trabajar asiduamente y con constancia, no sólo para abrirse carrera en la vida, sino también y sobre todo, para corresponder al afecto y sacrificios de los padres y para agradar a Dios.
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Debe, asimismo, cumplir deberes especiales con sus compañeros. [Se entiende: buen ejemplo en obedecer a Dios]
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Peca más o menos gravemente, según su malicia y es escándalo que da, el alumno que ridiculiza a su maestro, que murmura de él, que se entretiene en disgustarle y hacerle enfadar, que le desobedece formalmente, dando mal ejemplo a los demás, que no se aplica en los estudios por pereza o desidia, o que no piensa más que en pasar el tiempo y divertirse. La inconsciencia y la irreflexión con que el alumno obra ordinariamente, y muchas veces la parvedad de materia, le absuelven de pecado grave.
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EJEMPLOS I. Gratitud.- en 1948 escribía un diputado del Gabón: “A los hermanos de San Gabriel debo el poder hoy trabajar sin descanso por el engrandecimiento de mi patria, la felicidad de mis compatriotas, el ser padre feliz y un esposo fiel y cariñoso. Muy ingrato sería si no pensase agradecerles tan preciados favores.”
A millares podrían traerse testimonios parecidos de ex alumnos de los Hijos de San Ignacio, San José de Calasanz, San Juan Bosco, San Juan Bautista de la Salle, de los Hermanos Maristas, Marianistas, etc.
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II. Respeto y obediencia.- Fenelón, que llegó a ser obispo de Cambrai, estaba encargado de la educación del duque de Borgoña, nieto de Luis XIV y presunto heredero de la corona. Un día, al responder a su discípulo de natural impetuoso, oyó que éste decía: “Eso no, Señor, eso, no; sé muy bien quién soy yo y quién sois vos”.
Fenelón comprendió que no era aquella ocasión oportuna y se calló; pero a día siguiente le dijo: “No sé, Señor, si os acordáis de lo que ayer me dijisteis, que sabíais quién sois vos y quién soy yo. Tengo el deber de enseñaros que ignoráis lo uno y lo otro. Os habéis imaginado que sois más que yo; algunos familiares sin duda os lo habrán dicho; pero yo soy más que vos. Bien comprenderéis que no se trata aquí de nacimiento. Miraríais como necio al que contase como un mérito propio el que la lluvia hubiese fertilizado su sembrado sin humedecer el del vecino. Pues no os mostraríais vos más sensato, si os envanecieseis de vuestro nacimiento que nada añade a vuestro mérito personal. No pondréis en duda que yo soy superior a vos en cuanto a ciencia y conocimientos: vos no sabéis sino lo que yo os he enseñado. En cuanto a autoridad, vos no tenéis ninguna sobre mí, y yo la tengo plena sobre vos…”
El joven delfín se echó a llorar, prometiendo que en adelante su maestro estaría contento con él. Y lo cumplió.
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201. Consejo práctico.- (para ti, joven).- Recuerde el estudiante, en primer lugar, que el colegio o escuela ideal es la casa de la ciencia, del trabajo, de la oración, de la caridad y del buen compañerismo, y, además, que está en sus manos, en parte, el dar a su colegio y a sus aula un ambiente tal de satisfacción y bienestar moral, que esté muy lejos de recordar el de una cárcel o penal.
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[Resalto: en el colegio tiene que haber ciencia de verdad, trabajo mental (ya no se aprende nada en los colegios, lo dicen los padres y hasta los alumnos), ORACIÓN (Ntra Sra de las Rosas quiere que se devuelva el Padrenuestro a los colegios de USA, caridad (buena catequesis de verdad), y buen compañerismo (buenos juegos sanos en el recreo).]
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El colegio, el aula, es el conjunto de compañeros, de condiscípulos. Si este medio es bueno, reinarán la piedad, el trabajo, la disciplina y la caridad mutua; pero si es malo, todo andará mal o dejará mucho que desear.
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[Eso depende, en mi experiencia, de la santidad o no del párroco director del colegio. De jardín a 3er. grado fui a un colegio que era un infierno, los chicos se partían la cabeza contra las columnas y venía la ambulancia cada dos por tres. Algún/a profesor/a era sádico/a, en 3ro no aprendimos absolutamente nada. Desde el párroco a la directora y las maestras, eran falsos cristianos y ni te cuento de la mayoría de los alumnos. Me cambiaron de colegio porque de los nervios me daban dolores abdominales muy fuertes, y el médico preguntó a má qué me ponía nerviosa, ella dijo: el colegio. Y no me mandó a las boludeces de psicólogos (que sí son buenos cuando tratan a los padres, aconsejándoles 3 o 4 cambios concretos, ya generalmente que los problemas de los niños son el parlante de los errores de los padres) simplemente dijo que me cambien de colegio. Ese nuevo colegio era un pedacito de Cielo, de 4to a 7mo entrábamos todos los días en fila al Templo, cantando, hacíamos una genuflexión ante el Sagrario y nos sentábamos en orden, cantando. Cuando todos estaban sentados nos arrodillábamos y rezábamos una decena lentamente, hermosamente. Luego nos sentábamos cantando y salíamos uno por uno en fila cantando. La misma hermosa canción siempre y jamás me aburrí de ella y nunca alguien habló o molestó. Los juegos en el patio eran sanos y todos éramos como una familia, las chichas mayores eran humildes y jugaban con las más chicas. Todo hermoso. Y se aprendía mucho y bien. A los meses cambian al Padre Juan Jarillo (QEPD) por otro que estaba más interesado en coleccionar aportes a la rifa del 0Km para las obras del colegio que en coleccionar Rosarios de alumnos y fieles como el anterior. Los juegos cambiaron, y hasta el uniforme de gimnasia, ya las niñas teníamos que usar pantalón y campera como los niños, yo no sabía nada pero la impresión en el alma fue de tremenda tristeza, y luego en la secundaria ya no hubo decena. Los nuevos profesores, mejor ni hablar. Los chicos se pudrieron en la primaria y en la secundaria. Una profesora de secundaria decía “cada promoción es peor que la anterior”. Alguien se dio cuenta que faltaban oraciones (y catequesis) así que dos semanas, formados en el patio en pleno invierno a las 7:35, se rezó un Padrenuestro. No prendió la iniciativa. Tiempo después unos alumnos robaron las computadoras del colegio y cuando me gradué, el sketch de mi curso (que sólo lo hicieron 6 chicas de 38) era una versión de Cabaret, silla y medias de red incluidas, que la prof. de gimnasia nos hacía practicar en el club cercano, no sea que el párroco se enterara y lo cancelara. Ya no se aprendía nada en la secundaria, salvo por los profesores de antes, a los buenos que pudieron ya los habían ya echado. Era una pérdida de tiempo y viendo que no había Luz, el demonio envió un vicario que parecía sacado del anterior colegio. Ahora está todo podrido, hasta vi hace 15 años que el uniforme de las jóvenes ya no es el jumper tan digno y equilibrado, sino falda tubo y camisa blanca, como secretarias, de vuelta, los corderitos quemando etapas. Nota 2022: ahora tienen una menos que mini falda tableada que vuela al menor soplo de aire.]
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Deber del escolar es favorecer, cuanto pueda, el buen espíritu, sostén de esos valores educativos. Lo exige su propio interés, pues, con ello, él mismo colabora activa y espontáneamente a la obra ennoblecedora de los educadores y ayuda a hacer obra positiva en la educación: excelente manera de ejercitar el apostolado de la Acción Católica.
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Para difundir ese buen espíritu se esmera en presentarse siempre risueño y contento, sereno, amable, servicial. Adivina los secretos pesares de compañeros y sabe hallar una palabra oportuna que consuela y anima.
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El buen colegial es modelo de tenacidad y, con su constancia en el trabajo, en la piedad, en la caridad, en la disciplina, arrastra a los demás. Con sana y franca camaradería se atrae amigos verdaderos e incondicionales para toda la vida.
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Deber suyo es evitar cuanto lleva a la tristeza y al desaliento (descontento, mal humor, murmuraciones, disputas acaloradas, indiferencia…): lo que pueda herir susceptibilidades o lesionar derechos ajenos (calumnias, injurias, malas bromas, etc.), y todo lo nocivo a la piedad y a la virtud (palabras malsonantes, malos ejemplos, conversaciones inmorales, etc.)
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202.- Deberes de los maestros.- Los maestros, como sustitutos de los padres, asumen, delante de Dios, la grave responsabilidad de educar y formar cristianamente a sus alumnos, y sacar de ellos honrados e instruídos ciudadanos, capaces de cumplir debidamente sus deberes sociales.
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Para conseguirlo, deben amarlos a todos igualmente, según Dios, sin parcialidades; instruírlos en el orden intelectual, moral y religioso, atendiendo de preferencia a los más necesitados; vigilarlos con prudencia en todo tiempo; amonestarlos y corregirlos amorosa y paternalmente, cuando sea necesario; y darles buen ejemplo en todo. Estos deberes son de justicia por el convenio virtual que los maestros han hecho con los padres y la sociedad, y por el sueldo que reciben.
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EJEMPLO.-Modelo de maestros y profesores.- En una mañana de mayo, unos escolares del grado superior, escribían un tema relacionado con la Santísima Virgen. El maestro que presidía el ejercicio notó que uno de los alumnos molestaba y pegaba a otro. Acercose a él y le preguntó: “¿Qué haces? ¿No te da vergüenza pegar a un compañero mientras estáis todos honrando a la Santísima Virgen?”. En respuesta hizo el muchacho una mueca despectiva, como diciendo: “No, no me da vergüenza”. En un arrebato de ira, iba el maestro a darle un bofetón; mas acordándose de su comunión de la mañana, se contuvo y retiróse a su asiento. Desde allí advirtió que el insolente se reía por debajo y miraba a sus condiscípulos, como dándoles a entender que el maestro no le importaba. Díjose entonces el profesor: “Yo me he vencido pero él se cree vencedor, esto es deseducativo para todos. ¿Qué haré?”. Tuvo una inspiración súbita. Con serenidad llamó al díscolo joven para que se acercara a su estrado. Luego díjole con emoción y fe viva: “Oye, muchacho, tú sabes dónde está el Sagrario de la parroquia. Tú sabes que en él está Jesús. Muchas veces habéis ido allá conmigo a visitarle.” –Sí, señor. –“Pues bien, te pido por favor que vayas ahora allá, te arrodilles delante de Jesús Sacramentado, le digas todo lo que has hecho en la escuela, y no vuelvas hasta que Él te responda…” –Sí, señor; contestó el chico frívolamente. Y se fue como un gallito vencedor; tanto que uno de los compañeros se atrevió a decir: -Don Manuel, ése ya no vuelve… -“Ya volverá. Sigamos con la composición…”
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Un cuarto de hora después volvió el revoltoso, emocionado, tembloroso con respetuosísima compostura, como si volviera de comulgar. Acercose al profesor. Recibiole éste con mucha amabilidad sin dejar de mirarle al rostro y, lleno de fe, le preguntó: “¿Qué te ha dicho?”.
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El muchacho bajando los ojos y la voz, con acento en el que no cabía engaño, respondió: “Me ha dicho que Vd. también me perdone…”
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Adivinó el maestro el diálogo habido entre el chico y Jesús, en el que éste le decía: “Yo te perdono, y ahora vete a pedir al señor profesor que él también te perdone…”
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El maestro, conmovido, le estrechó la cabeza contra su pecho, diciendo: -Sí, te perdono; y mientras tanto algunos niños sentían que las lágrimas les saltaban de los ojos. Desde entonces aquel jovencito tuvo una conducta excelente.
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203.- Deberes de los criados.- Criados o sirvientes son aquellas personas que están al servicio de una familia, y vienen a ser como una continuación de la misma, y, por esto, se llaman domésticos o familiares. Los que gobiernan la familia son los amos.
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Los criados y dependientes deben respetar a sus amos aunque no sean buenos cristianos: “Vosotros, los siervos, estad sumisos con todo temor y respeto a los amos, no sólo a los bondadosos y apacibles, sino también a los rigurosos o de recia condición. (1ª S. Pedro, II, 18).
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Deben obedecerles en todo lo que atañe al servicio convenido; lo cual es de rigurosa justicia. Sólo pueden y deben excusarse de obedecer si les mandan algo contrario a la voluntad de Dios. La esclava Santa Potamiana prefirió sentir el martirio antes que consentir en las solicitaciones de su amo al pecado.
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Deben servirlos con lealtad y fidelidad, sin ocasionarles perjuicios ni consentir que otros los causen; ser discretos y reservados acerca de los asuntos internos de la familia; emplear bien el tiempo y procurar que su trabajo, en calidad y en cantidad, dé el rendimiento correspondiente al salario. Pecan más o menos gravemente, según la materia, cada vez que faltan a alguno de estos deberes.
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“Siervos: obedeced a vuestros amos temporales, no sirviéndolos sólo mientras os ven, como quien no busca más que agradar a los hombres, sino con sencillez de corazón y temor de Dios. Todo lo que hagáis, hacedlo de buena gana, como quien sirve a Dios y no a los hombres, sabiendo que por galardón recibiréis la herencia del cielo. En la persona de ellos es a Cristo Señor nuestro a quien servís. El que obra mal llevará el pago de su injusticia porque en Dios no hay acepción de personas” (Colos. III, 22-25).
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EJEMPLOS.- 1. Modelos de criados fueron: Eliecer a quien envió Abraham que buscase esposa para su hijo Isaac; Jacob, en casa de Labán; su hijo José, en casa de Putifar; San Isidro, en casa de Juan de Vargas; San Pascual Bailón, mientras estuvo al servicio de Marín García; Santa Zita, que durante cincuenta años fue sirvienta de la familia Fatinelli en Luca (Italia); Santa Serapia, sierva de la matrona Santa Sabina, a la que convirtió y preparó para el martirio (29 de agosto).
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2. En Madrid, hacia 1930, se concedió el premio de la virtud a una criada que, al venir a menos su ama, la sustentaba ella misma con su trabajo.
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3. Un buen caballero tuvo la desgracia de verse en la cárcel por una deuda contraída. Sus criados y sirvientas lloraban al verle, pero una de ellas hizo algo más; presentose a la señora con su libreta de ahorros en la que figuraba una suma de seis mil pesetas, que había recogido en muchos años, y se la entregó, diciendo: “Señorita, tenga usted esto por si le sirve al señor, para que lo saquen de la cárcel”.
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204- Obligaciones de los amos-. Los amos, por su parte, deben tratar con caridad y benevolencia a sus criados sirvientes, como a hermanos y algo propio de la familia, puesto que colaboran al bienestar de la misma. Deben remunerarles el trabajo según justicia, conforme a las normas de la Iglesia; darles buen ejemplo; corregirlos con amabilidad, cuando conviene, facilitarles la instrucción en caso necesario, y excitarlos al cumplimiento de los deberes religiosos, familiares y patrióticos.
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[Excitar acá significa: provocar que algo reaccione.]
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“Amos, dice San Pablo, tratad a vuestros siervos según la justicia y la equidad pensando que también vosotros tenéis un amo en el cielo” (Colos., IV, 1). En el Eclesiástico (XXXIII, 31) se dice al amo: “Si tienes un siervo fiel, trátale como a ti mismo, como a tu hermano, porque le compraste con sangre de tu alma”.
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EJEMPLOS.- El centurión de Cafarnaúm, con ser gentil, mostró gran cariño por su criado enfermo, enviando emisarios en busca de Jesús para pedirle la curación del paciente.
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San Jerónimo, escribiendo a la matrona Celancia, le decía: “Gobierna tu familia de tal manera que más parezcas en ella ser madre que señora”.
Así se comportaba San Francisco de Borja, duque de Gandia con los suyos, a quienes amaba con entrañable cariño. No les permitía ninguno de los vicios tan ordinarios en las casas de los señores, como jugar, blasfemar, mentir, etc. Los obligaba a asistir a Misa diariamente, a rezar el Rosario, a hacer examen de conciencia, a confesarse por lo menos en las fiestas principales…
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“No quiero tener esclavos ni criados que me sirvan por salario, sino hijos regalados”, decía San Antonio María Claret.
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Modelo de amos era el noble caballero de Bolonia y santo mártir de Cristo, Agrícola, el cual instruía en los misterios de la religión a su siervo Vidal, a quien honra también la Iglesia como mártir, juntamente con su amo, el 4 de noviembre.
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205.- Obligaciones de obreros y patronos.- Obreros u operarios son las personas que, sin formar parte de la familia, trabajan por ella –mediante contrato convenio- por un tiempo determinado o indefinido. Todos los que tienen operarios bajo su dirección se llaman patronos.
Las obligaciones de los operarios son parecidas a las de los sirvientes y domésticos, pero están especialmente obligados a trabajar con toda diligencia, a no causar daño alguno voluntario, ya trabajando mal, ya echando a perder el material o maquinaria; a evitar el sabotaje y las huelgas sediciosas e ilícitas, y a no juntarse con hombres malvados que les den malos consejos.
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Los patronos deben portarse con sus operarios como buenos amos; tratarlos con justicia en cuanto al salario, teniendo en cuenta las normas de los Sumos Pontífices; y aún con caridad, como quisiera él ser tratado, de estar en su lugar, no imponiéndoles trabajos que excedan a sus fuerzas, edad y sexo, o que perjudiquen a su salud; a mirar por su moralidad y bien espiritual, dándoles tiempo para que desarrollen su instrucción, especialmente la religiosa; apartar a los escandalosos y mal hablados, y a evitar el trabajo en días festivos, cuando no es necesario; y, en caso de necesidad, cuidar de que asistan a Misa; a socorrerlos caritativamente cuando los vean en necesidad.
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[Los buenos gobernantes van de frente y no traicionan a Dios. Los víboras van mal educando a sus viboritas en una estructura de poder donde los meten en nuestros colegios y parroquias para ir dañando nuestra psiquis (chistes, comentarios, mal ejemplo) y generar teatros tramposos para eliminar a los buenos profesores, sacerdotes, etc. y poner a las víboras de su colectividad en su lugar. Ahora por ej. se nota que en los portales de Microsoft hay unas “noticias” recurrentes que muestran las fotos de hermosas actrices del pasado y escriben: ella era hermosa, trata de no reírte cuando la veas ahora. Esos viborones están haciendo una especie de bulling contra ancianas que tal vez hasta tienen gran mérito por haber tenido una vida digna, sin escándalo, en medio del éxito. Los viboritas, ahora con las redes, legalizaron mucho el grupo, y más el bulling (atacar en grupo con insultos, golpes, etc.) Al entrenarlos en despreciar ancianos, los víboras descargan su envidia y los viboritas son entrenados para votar por la eutanasia algún día. Y ese adoctrinamiento va hacia su propia destrucción, porque como han hecho objeto de escarnio a otro por ser anciano, luego se sentirán mal con ellos mismos cuando sean ancianos. Las malas hierbas hay que arrancarlas de raíz, generalmente empiezan por medio de pseudo arte y cotilleo.]
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206.- Obligaciones de los gobernantes.- Los gobernantes desempeñan el oficio de padres de la nación, obligación que no deberían olvidar, pues Dios estableció el poder civil para el bien común, y, por lo tanto, solamente han de ejercer su autoridad para este fin y para la prosperidad de la nación.
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Deben administrar justicia, protegiendo la vida, hacienda, libertad y honor de los ciudadanos sin acepción de personas.
Deben ajustar las leyes de la nación a las de Dios y de la Iglesia, y al bien espiritual de los ciudadanos, fomentando las fuentes de riqueza (agricultura, industria, comercio), atendiendo a la instrucción y educación públicas.
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[Acá los imbéciles de los medios, políticos etc. siempre preguntaban “¿qué modelo hay que tener? ¿agroexportador o industrial?” Obvio que los dos, no tienen porqué estar contrapuestos, siempre yo ponía como ej. a USA. Pero no se siguió la buena enseñanza de la Iglesia ni la moral que la Iglesia enseñaba y lo que hay es miseria porque los enemigos de la Iglesia se quedaron con el control de Ella y del Estado desde el golpe militar y sobre todo desde 1989. Europa: Si uds. delegan la producción agraria a Latinoamérica y nosotros sólo somos una granja. Uds y nosotros seremos esclavos del comercio internacional, y una gripecita como el Covid o cualquier cosa similar, guerra etc. dejaría a los dos continentes en situación muy débil.]
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Deben mantener el orden público defender las personas y sus bienes, encomendar los cargos públicos a personas idóneas y virtuosas.
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[Sin palabras]
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Deben conservar buenas relaciones entre la Iglesia y el Estado y procurar que reine perfecta armonía entre ambos poderes, como medio de asegurar la paz y el bienestar general. El Estado debe defender los derechos de la Iglesia y prestarle protección para que pueda cumplir mejor su fin. Debe prestar ayuda a los centros de beneficencia, a las obras culturales y educativas; facilitar a los padres de familia la labor de instrucción y educación de sus hijos, pero no usurpar sus derechos sagrados.
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[Ni mucho menos la Iglesia debe permitir blasfemos, herejes, etc. en resumen: traidores a la Santa Tradición de la Iglesia, en la Jerarquía ni entrando a un edificio de la Iglesia. Los derechos de Dios sobre todos y todo y más sobre la Iglesia son más que Sagrados y cualquier ataque a los mismos trae tremendas desgracias a la sociedad y al mundo.]
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Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios, dijo Jesús a los fariseos y herodianos que se llegaron a Él para tentarle (Mat. XXII, 21).
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Con esta sentencia la divina Sabiduría estableció la distinción entre el poder humano y el divino; en la esfera de lo temporal manda el Estado, en los asuntos espirituales la Iglesia, y en lo que interesa a ambos dominios ha de haber armonía entre los dos poderes.
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La religión nunca será obstáculo para la prosperidad del Estado; muy al contrario. No hay súbdito más fiel que el verdadero cristiano, pues no se le olvida que todo poder viene de Dios, y por eso respeta la autoridad legítimamente constituida, paga fielmente los impuestos y, si es necesario, le ofrece el tributo de su sangre. Pero, si el poder temporal le exige cosas contrarias a la ley de Dios, no cede ni ante las persecuciones, pues sabe muy bien que hay que obedecer a Dios antes que a los hombres (Hechos, V, 29). En esta línea es elocuentísimo el pensamiento de la Primera Apología de San Justino.
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[Hace unos años compré en un negocio y conversé con el vendedor unas palabras e hice al pasar un comentario sobre el presidente nefasto que teníamos (situación que es lo común acá, que los tengamos, no que yo comente) y enseguida se puso en circunspecto, como que tenía una ley superior que cumplir y me dijo que tenía un amigo que nunca hablaba mal del presidente, pero lo decía con un tono de alguien que te compartía como una especie de sabiduría… Y resulta que ahí me di cuenta que ellos toman a los presidentes como reyes de los que no se puede hablar “mal” según el Antiguo Testamento. Y una vez leí a una de ellos comentando que los tendrían que haber mandado a la mierda a todos pero que habían sido unos bobos porque se aguantaron todo “por la gobernabilidad” y en España los socialistas-comunistas-terroristas-separatistas que están gobernando (destruyendo cruces que son patrimonio histórico, entrando en conventos que son propiedad privada y sacando a los monjes por la fuerza de su casa porque estaban celebrando una misa privada entre ellos en la azotea por culpa del Covid, pagando a china por los barbijos defectuosos más que el precio de mercado…) esos mierdas dicen que hay que seguir votándolos “por la estabilidad” o sea, que los asustan con un “cuco” que si no están esos corruptos no hay gobernabilidad ni estabilidad, como que ellos son la democracia, y no hay nada más que ellos y su corrupción.
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Resulta que la mayoría de la gente no quiso ni a Menem acá ni a Sánchez en España ni a Biden en USA, pero lo tragan porque sus amos se lo mandan, ellos tienen sus “reyes” presidentes que hacen lo que se les da la gana, con medios de noticias que les chupan las medias, y piensan ellos que lo que se les da la gana es ley; y todos ellos están puestos en los gobiernos por unos zares que sólo la judería conoce pero que nosotros nos vamos dando cuenta por cómo se mueve la corrupción. Y ellos sólo sirven al demonio, al cual le gustaba ponerse a reinar a través de los fariseos, que mandaban leyes contrarias al 4to. mandamiento y enseñaban a jurar en falso y mataron a Jesucristo por decir que es el Hijo de Dios, siéndolo, cuando Isaías 9 ya dice que se le llamará “Dios fuerte”. Ahora el demonio se puso en la jerarquía de la Iglesia y Bergoglio enseña contrario al Nuevo Testamento, como los presidentes y legisladores traidores legislan contrario a las Constituciones y al derecho y a la justicia. Y es que la judería nos ha venido matando y cambiado por clones y ya lo que queda de la población, la mayoría son ellos, a los que también su sistema mata y cambia por clones más pervertidos. Y el demonio para dominarlos, les enseña a traicionar los 10 Mandamientos pero a cumplir el “no hablar mal del rey, ni con los sediciosos te juntes” A.T. ¡PRIMERO ESTÁ DIOS REY TODOPODEROSO! ¡PRIMERO ESTÁ LA LEY DE DIOS!]
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“La sociedad humana y la sociedad religiosa son dos hermanas, nacidas en un mismo día, de la palabra divina; la una mira al tiempo, la otra a la eternidad; distintas por su dominio y por su fin, sostiénense la una a la otra, cayendo juntas, y juntas desafiando por su común inmortalidad al odio que a las dos persigue” (Lacordaire).
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[La base de la sociedad humana es la familia, y los hombres tienen derechos dados por Dios. Dios fue educando al pueblo desde los Patriarcas hasta la Iglesia que le ha dado multitud de Santos. Dios nos está educando ahora a través de los Mensajes de Nuestra Sra. de las Rosas, María Auxilio de las Madres. www.tldm.org/default.htm en esa dirección van a encontrar algo de los Mensajes ya que están cambiadas muchas palabras y recortados muchos Mensajes y directrices. El demonio odia la familia y la Iglesia.]
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La buena armonía entre los dos poderes eclesiástico y civil es eficaz garantía de paz y de prosperidad en todos los órdenes de la vida. Así como el alma es más noble que el cuerpo, del mismo modo el poder espiritual que cuida del alma es más noble que la potestad civil, encargada del bienestar temporal Por eso decía muy acertadamente al papa Inocencio III, cuando las dos potestades medievales aunaban sus fuerzas: “El reino de Cristo, semejante al Sol, domina el día del mundo espiritual, y el reino terreno, semejante a la Luna, domina la noche de lo temporal”.
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EJEMPLOS.- 1. Decía el rey Josafat de Judá a sus magistrados distribuídos por las ciudades: “Mirad lo que hacéis; porque no es el juicio de un hombre el que ejercéis, sino el del Señor, que está cerca de vosotros. Esté, pues, con vosotros, el temor del Señor, y cuidad de guardarlo, haciendo todas las cosas con diligencia; porque en el Señor nuestro no hay injusticia, iniquidad, ni acepción de personas, ni codicia de regalos” (Paralip., XIX, 6-7). [2 Crónicas 19, 6-7]
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2. El emperador Constancio Cloro juzgaba de la fidelidad de sus oficiales cristianos por su constancia en la fe. Queriendo probarlos, les intimó la orden de abandonar el empleo o renunciar a Jesucristo. Los que renunciaron a su empleo por conservar su fe, fueron mantenidos en sus puestos; pero los que no tuvieron reparo en renunciar a Jesucristo para conservar el empleo, perdieron la fe y el empleo, porque decía Constancio: No puede ser fiel al emperador quien no le es a Dios.
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207.- Deberes de los ciudadanos.- Los ciudadanos deben respetar en la debida proporción a todos sus superiores y autoridades temporales o civiles legítimamente constituídos: reyes, príncipes, jefes de Estados, gobernantes, magistrados y demás representantes de la autoridad y sus subalternos; pero entiéndese que esta reverencia no se debe al hombre sino a la dignidad que representa. Deben obedecerles siempre que lo que manden sea justo y conforme a las leyes de Dios y de la Iglesia; guardarles fidelidad a pesar de los abusos y faltas que puedan cometer, y sujetarse a las leyes justas, porque garantizan la tranquilidad y el bienestar.
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[Un abuso sería por ej. en España, la compra de mascarillas a China a precio superior al mercado, o gastarse más de 3 millones 900 mil euros en renovar el servicio de cafetería del congreso de diputados. Pero está claro que cuando hacen leyes contrarias a la moral y al derecho, cuando gobiernan traicionando las leyes justas, cuando la corrupción de ellos lleva al asesinato (ej. decir durante meses que las medidas contra el Covid las decidía un comité de expertos y luego de decenas de miles de muertos con una de las gestiones peores de Europa, decir que el comité nunca existió) lo que hay que hacer es rebelarse… pero la judería ya nos ha matado y tal vez seamos, los que amamos la justicia, los verdaderos católicos, una aguja en un pajar. De todos modos el poder lo tiene Dios Santo Trino y Uno, lo que tenemos que hacer nosotros es esforzarnos por agradarle y ser grandes Santos.]
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“Por amor al Señor, estad sujetos a toda autoridad humana, ya al emperador como soberano, ya a los gobernantes, como delegados suyos para castigo de los malhechores y alabanza de los buenos, porque así es la voluntad de Dios… Honrad a todos… temed a Dios, respetad al emperador (1ª S. Pedro, II, 13-17). Ejemplo de David, respetando la autoridad de Saúl.
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[Cuidado, porque David respetaba la unción que Saúl tenía, no a cualquier autoridad. Y aunque estén muy ungidos, si traicionan a Dios, no se los puede obedecer en ese punto. Cabe recordar que San Pedro fue el que dijo que hay que servir a Dios antes que a los hombres, y lo confirmó recibiendo junto con San Juan, latigazos de parte del Sanedrín, hubo cristianos que servían cerca de los emperadores romanos, y cuando ésos se daban cuenta de cuál era la fe de ellos, los enviaban al martirio] .
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208.- Deberes para con la Patria.- Todo buen ciudadano ama a su Patria como un hijo ama a su madre: es un deber que la razón le impone. Como soldado la defiende con las armas, si es necesario; como contribuyente sostiene la hacienda pública; como elector designa a los legisladores; como trabajador coopera a su riqueza y prosperidad, y como creyente ruega por ella y por los que la rigen, para que Dios los ilumine y bendiga en el desempeño de sus altas funciones.
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Jesucristo tenía a la suya amor entrañable y se entristecía al pensar en las desgracias que le habían de sobrevenir: “Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que a ti son enviados ¡cuántas veces quise allegar tus hijos como la gallina congrega a sus polluelos bajo sus alas y no quisiste! (Luc, XIII, 34). Hasta llegó a derramar lágrimas por ella, cuando en pleno recibimiento triunfal del domingo de Ramos, [en realidad, luego del recibimiento triunfal, y luego de pasar horas revisando todo en el Templo hasta que se les calmaran los ánimos porque Dios no se iba a ajustar a la idea de Mesías que tenían ellos] la contempló desde el monte Olivete: “¡Ah, si conocieses también tú, por lo menos en este día, lo que te puede atraer la paz! Mas ahora está todo ello oculto a tus ojos” (Luc., XIX, 42). Y a pesar de tanta ingratitud, coronada con el monstruoso deicidio, cuando Jesús mandó a los Apóstoles que predicasen por el mundo les encargó que comenzasen por Jerusalén.
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San Pablo, escribiendo a los Romanos (X,I) les decía: “Siento en mi corazón un singular afecto a Israel, y pido muy de veras a Dios por su salvación”.
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EJEMPLO.- Durante la segunda República española, hubo con ocasión de las elecciones, ejemplos vergonzosos, pero no escasearon los edificantes. Como amedrentasen a una señora piadosa en Madrid con el anuncio de grandes desafueros, cometidos por las turbas contra todos los que se atreviesen a votar por las derechas, dio esta valiente respuesta: “Aunque me cueste la vida, aunque sepa que me van a arrastrar por el suelo, yo no dejaré de dar mi voto en defensa de mi Religión y de mi Patria”.
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209.- Deberes para con las demás naciones.- El amor patrio, por grande que sea, no ha de excluir a los demás países, puesto que todos los hombres somos hermanos. Jesucristo quiere que amemos hasta a nuestros enemigos Un nacionalismo bien entendido destierra odios y rencores fraticidas, ya que todas las naciones y tribus son de Dios. Nuestro Señor Jesucristo nos dio también ejemplo cuando dijo a los Apóstoles “Id y enseñad a todas las naciones” (Mat., XXVIII, 19) Y antes, hablando a los judíos, les decía: Otras ovejas tengo (los gentiles, los paganos) que no son de este aprisco, y es preciso que yo las traiga, y oirán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor (S. Juan, X, 16).
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[Les recuerdo que no hay que agregar a las Palabras de Jesucristo. Si se tiene que explicar algo, se explica en otro párrafo.]
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La Iglesia siguiendo fielmente el espíritu de su divino Fundador es supranacional; todos los pueblos son suyos sin que esto obste para que tenga sus privilegiados. El mismo Generalísimo Franco lo entendía perfectamente cuando decía: “España está divorciada con los gobernantes de Rusia, pero está asociada al pueblo ruso”.
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La caridad cristiana no se deja cegar por los defectos ajenos, también considera las buenas cualidades de los demás pueblos y procura desterrar odios, acortar distancias y favorecer la unión y la paz.
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La justicia exige que todo Estado respete los derechos de los demás, especialmente de los pequeños, y que nunca emplee la fuerza para quitarles la independencia política o económica.
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La misma unidad de la especie humana salida de las manos de Dios reclama esa confraternidad de países y naciones. Debemos, pues, combatir ese egoísmo nacionalista exagerado, fuente de muchas guerras y desventuras. Después de las cruentísimas guerras de este siglo, es oportunísimo que cada uno contribuya más y más a confirmar y afirmar la paz y la caridad entre los hombres.
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[No hay paz sin justicia. Y la primera justicia es darle a Dios la adoración y obediencia y amor, o al menos: temor reverencial, que le debemos para no hacer pecados. El amor a la nación es muy importante, ya lo vemos desde el Antiguo Testamento. Lo que hay que hacer con los hombres es evangelizarlos, y no juntarnos con ellos en un mejunje pagano.]
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Con este mismo fin de unión y pacificación universal, quiere Su Santidad Pio XII que todas las Universidades católicas del orbe convengan en una gran federación para que sus rectores y profesores y los delegados de aquéllas, celebren a intervalos regulares, solemnes reuniones para tratar los negocios que fueren más útiles y conducentes para promover en común su excelsa finalidad. Quiere el Papa, asimismo, que la Acción Católica tenga el sentido de lo internacional, correspondiendo a su apelativo de “Católica” que significa “universal”.
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[“la internacional” es el nombre del himno socialista. Cuidado con eso, porque el único rebaño lo va a hacer Jesucristo. Hay muchos peleles dictadorzuelos que en realidad sirven al demonio y se enquistan en cualquier organización para desvirtuarla (Iglesia, democracias, etc.) y hacerla servil a satanás. Por ej. las Conferencias Episcopales, que parece que mandan ya por encima de la potestad de los obispos y sirven para que los infiltrados miserables no den la cara y se cubran las espaldas con eso que “lo manda la conferencia episcopal”. Lo mismo un miserable sacerdote en una parroquia, para anular la Misa de la mañana, se encogió de hombros y dijo “lo decidió el consejo parroquial”. Además, Pio XII (que creó esta diócesis donde vivo y se llenó de alemanes después de la 2da. guerra) hubiera hecho más bien al mundo obedeciendo el 2do. secreto de Fátima de consagrar Rusia para convertirla y que no hubiera persecución a la Iglesia ni martirio a los buenos, que no pidiendo “reuniones solemnes para tratar los negocios…”
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Además eso de hacer grupos de laicos en las parroquias para mandar sobre sacerdotes, y comisiones de sacerdotes para mandar sobre obispos y obispos para mandar sobre el Papa es una de las directivas del demonio para su Iluminati, en el punto 23. El bicho quería que Juan XXIII las aceptara fácilmente, no fue así pero es horrible ver cómo ha logrado cumplir la mayoría de los puntos, claro, si nos mata y nos cambia por sus delegados… pero ni así logrará destruir la Iglesia.]
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EJEMPLO.- Después de los ejercicios espirituales de 1950, los Padres Salesianos de Chofu (Tokio) invitaron al Alcalde de la ciudad y al Jefe de la Policía a un almuerzo con la comunidad. Terminada la comida, el Alcalde, aludiendo a la buena armonía que reinaba dentro de “aquella liga de naciones” en miniatura, dijo: “Aquí hay italianos y españoles, alemanes, belgas y franceses y hombres de todos los países de América. Siempre se nos había dicho que estos pueblos eran tradicionalmente enemigos entre sí, pero aquí vemos que vosotros formáis una familia feliz. Explicad, por favor, a los habitantes de la ciudad dónde está el secreto de esta amistad entre enemigos”.
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210.- Sociedad religiosa: deberes de sus miembros.- La Iglesia Católica es una sociedad perfecta constituída por su divino Fundador a manera de reino con Monarquía electiva. [Lo de perfecta… sí es que Jesucristo la fundó en manera perfecta, entender que hay santos y pecadores y Jesucristo eligió a un demonio como apóstol, pienso que entre otras cosas fue para que sepamos contra lo que habrá que luchar y cuál es el remedio. Luego de la Resurrección, el demonio Judas Iscariote no estaba en la Iglesia]. Consta por lo tanto de gobernantes y gobernados, de superiores y súbditos que forman respectivamente la Iglesia docente o reunión de Pastores (la Jerarquía, el clero), y la Iglesia discente o enseñada, que es el conjunto de fieles.
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Los Obispos y los Párrocos son verdaderos padres espirituales de su grey. Los diocesanos y feligreses los deben amar, mostrarles especial respeto y reverencia, obedecerles en todo lo espiritual, como al mismo Jesucristo, y proveer a su subsistencia temporal, si es necesario, conforme a aquello de San Pablo: “El que sirve en el altar, del altar debe vivir” (1º Cor., IX, 13)
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Los pastores de almas tienen graves obligaciones con sus diocesanos o feligreses y gran responsabilidad delante de Dios. Deben edificar a los fieles con su piedad, caridad y pureza de costumbres y encaminarlos por la vía de la salvación eterna. Para ello deben instruírlos en las verdades y deberes religiosos, exhortarlos a la virtud y buenas obras, combatir los vicios, escándalos y abusos, administrar los Sacramentos, visitar a los enfermos y asistir a los moribundos.