SEGUNDO MANDAMIENTO

21 Sep

SEGUNDO MANDAMIENTO

NO TOMAR SU SANTO NOMBRE EN VANO

LA MORAL CATÓLICA. Ed. Luis Vives, 1954

150.- LO QUE MANDA.- El segundo mandamiento de la ley de Dios manda invocar, respetar y honrar el santo nombre de Dios y cumplir los juramentos lícitos y los votos. [Nota: Jesús nos mandó no jurar].

Nos manda también que hablemos con reverencia de la Virgen, de los Ángeles, de los Santos y de cuanto se refiere a la Iglesia, al culto y a la Religión, en general.

151.- RESPETO AL NOMBRE DE DIOS.- Aquí por nombre de Dios no entendemos sólo la palabra o fonema con que nombramos al Señor, sino la Majestad suprema de Dios uno y trino; es decir, sus divinos atributos de Creador, soberano Señor, Eterno, Infinito, Omnipotente, etc., y lo mismo en cuanto se refiere a Jesucristo en el Santísimo Sacramento.

Respetamos el nombre de Dios si lo invocamos con piedad y devoción, ya para darle gracias por tantos beneficios como recibimos de su infinita bondad, ya para pedirle perdón o alcanzar fortaleza, protección y amparo en los trabajos, necesidades, apuros y peligros, y más en la hora de la muerte.

La piadosa invocación del santo nombre de Dios, de la Virgen y de los Santos es fuente inagotable de gracias y bendiciones. Un medio muy sencillo y práctico para invocarlos devotamente es el uso de jaculatorias, muchísimas de las cuales están indulgenciadas por la Iglesia. (Véase nuestro Misal de Domingos y Fiestas, páginas 24, 30 y otras).

Dios, sumo Bien, excede a toda alabanza y hay que alabarle en verdad y no sólo con los labios. Un remedio apropiado para alabarle es el canto. [Nota: San Rafael a Tobit y Tobías dijo que a Dios hay que cantarle todos los días, y la Virgen de Garabandal dijo que quiere el Salve cantado luego del Rosario]. La oración bien hecha lleva a la devoción, pero el canto arrebata, enternece y produce honda emoción. [Nota: los de antes, que debemos rescatar.

Ahora siguen 3 puntos sobre la clases de juramento que no voy a copiar porque Jesús dijo (Mat. 5, 33-37): “Asimismo oísteis que se dijo a los antiguos: No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos. Mas yo os digo que no juréis en absoluto; ni por el cielo, pues es trono de Dios; ni por la tierra, pues es escabel de sus pies; ni por Jerusalén, pues es la ciudad del Gran Rey; ni jures tampoco por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo cabello. Sino sea vuestro lenguaje: “Sí” por sí, “No” por no; y lo que de esto pasa proviene del malvado”.

En el punto 154 dice: “Es de fe que para que el juramento sea bueno es menester que se jure con verdad, con justicia y con necesidad. Así está escrito en el profeta Jeremías (IV, 2): “Jurarás por la vida de Yahvé, con verdad, con derecho y con justicia”. Sin estos requisitos no puede prestarse juramento, bajo pena de pecado”. Resulta que no dice que jures, sino que: si juras, lo hagas con esos requisitos. Pero Jesús, que es Dios, Divino Maestro, nos sigue enseñando a ir por el Camino, y nos manda no jurar. Es como la ley del Talión que está incorporada al ppio. de la Biblia, era un principio válido pero desde allí había que crecer.

Les doy unas líneas de muestra de cómo en los puntos de este capítulo sobre el juramento se han desviado tanto de la senda estrecha que nos manda Jesús, que han vuelto al fariseísmo de: “si juras por el altar no es nada, pero si juras por la ofrenda sobre el altar quedas obligado”. Dice el punto 153 que son fórmulas aptas: “Juro por Dios, pongo a Dios por testigo, Juro por Jesucristo, por la Cruz, por los Evangelios, por mi alma, etc., castígueme Dios si esto…” Todo esto va contra la palabra de Jesucristo que es Dios.

Encima hay juramentos nulos: “no son verdaderos juramentos los que se hacen invocando a dioses falsos, a los antepasados, a los padres, a los hijos, el honor, la luz, el sol, la luna, etc. De ordinario tampoco juran los que firman las llamadas declaraciones juradas. -- Son fórmulas dudosas aquellas cuya fuerza obligatoria depende del uso o costumbre, o de la intención que se ponga al pronunciarlas: Vive Dios, Dios lo sabe, juro por mi conciencia, delante de Dios digo…”. O sea, toda una parafernalia farisaica por no seguir a Jesucristo en la senda estrecha que nos enseña.

Se dice desde hace mucho: “Hay de todo en la viña de Dios”. Y Ntra. Sra. de las Rosas nos dice: “buscad, y hallaréis el camino”. La Iglesia no está hecha de gente perfecta pero sólo en la Iglesia encontramos y recibimos a Dios. Jesús eligió un demonio como apóstol entre otras cosas, para demostrarnos que ni así van a destruir su Iglesia. Hay muchas historias de buenas monjas con superioras víboras o buenos superiores con monjes víboras, etc.

Después de escribir esto, leo en la lección 14, Pecados opuestos al 2do. Mandamiento:

{169.- CONSEJOS PRÁCTICOS.- Tocante al juramento, bueno es y prudente el evitarlo mientras sea posible, siguiendo el sapientísimo consejo de Jesucristo: “No juréis de ninguna manera: ni por el cielo, trono de Dios; ni por la tierra, peana de sus pies; ni por Jerusalén,… ni por la cabeza… Decid sencillamente: sí, sí; no, no”. Pero si juras, cumplirás al Señor tus mandamientos. (Léase S. Mat., V, 33-37).

Téngase presente lo que decía el filósofo judío Filón de Alejandría: “Si te pidieren que jures hoy la verdad, promete que jurarás mañana; y si mañana te lo vuelven a pedir, dilátalo para pasado: ¿quién sabe si así evitarás tener que jurar?”

Préstese juramento sólo por absoluta necesidad o verdadera utilidad, procurando contraer las menos obligaciones posibles}.

O sea que Dios se hizo hombre y nos habló ¡y resulta para estos tipos infiltrados que Sus Palabras son meros “sapientísimos consejos”! Y encima ponen el consejo de un tipo que te enseña a prometer mintiendo por no saber ser consecuente con lo que piensa. Además, entre las Palabras de Jesús (a las cuales citaron entrecortadas sin necesidad y mal) y la cita bíblica, intercalaron muy mal intencionadamente lo de “pero si juras, cumplirás…”

Supongo que tengo que aclarar algo del punto 123.- sobre que lo de arrodillarse no significa adoración; es culto, expresar la excelencia de tu concepto sobre esa persona. Se arrodillaba uno ante los padres, etc. porque su autoridad está dada por Dios. Antes, no sé ahora, se consideraba que la autoridad de los reyes tenía su fundamento en la ley Dios. Pero alguien podría decir que si arrodillarse no implica adorar, entonces ¿se podrán arrodillar ante la bestia o su imagen? No, porque está totalmente prohibido el culto a los ídolos en toda la Biblia. No se puede tener un concepto de excelencia sobre algo que se opone completamente a Dios.

Otra aclaración: no copié la explicación sobre los pecados opuestos al 1er .mandamiento porque no aportaban nada, con el título se entendía bien. Por ej. sobre el espiritismo ponía una serie de ejemplos de cómo habían sido descubiertos los trucos de espiritistas famosos. Pero yo agregaría lo que dijo Ntra. Sra. de las Rosas: que el mundo espiritual existe y que es tan real como el que ven vuestros ojos. También recordaría lo del rey Saúl consultando a una espiritista, ese rey no es ningún buen ejemplo. San Pedro dijo que el demonio nos anda rondando como un león buscando a quién devorar. Pregunto yo ¿por qué se van a poner a jugar con el enemigo quien nos odia a muerte? Hasta a los santos se les apareció el demonio (ellos nada de espiritismo) bajo la figura de Jesús. Además hay muchos casos de personas que terminaron poseídas y alguien de su familia tuvo que salir corriendo a buscar a un exorcista, porque consultaron con la uija. Ntra. Sra. de las Rosas nos dice que la gente se aventura por senderos donde los ángeles temen transitar.

Otra aclaración: en lo que escribí el 29/11 sobre Adviento=penitencia. Lo que quería recalcar era eso: penitencia. Ya dijo San Juan Bautista: “haced frutos dignos de la penitencia”. Que no sé si la Misa de gallo es tan tradicional, seguro no era obligatoria. Pero obvio, que si viene la Santísima Virgen Ntra. Sra de las Rosas y nos da un toque sobre no salir después de que oscureció, se la sigue, Ella es la divina Pastora. Lo que quiero es recalcar el espíritu de, mínimo, vigilia y abstinencia del 24 de dic. Pero la raza de víboras que me rodea se puso, como de costumbre, a elevarse como gases tóxicos de un pantano podrido y a creerse que estaban por encima de todo porque creían haber encontrado un error. Hace 17 años que les vengo poniendo las cosas claras y en su lugar, y jamás hicieron un mea culpa o se pusieron a caminar por el Camino de Dios. Espían, y a la primera ocasión, siempre se ponen a ladrar rabiosos. Así siempre, y en lugar de convertirse con toda la catequesis maravillosa que tiene la Santa Tradición, cada vez son más sacrílegos. Son como esas doncellas tontuelas de las que habla San Pablo, que siempre están aprendiendo y nunca encontrando la verdad. Son farisaicos (recordar lo que era la conciencia farisaica) que jamás se acusan de sus errores, pero una leve nada que tienen los demás, para ellos es tremenda. Para que vean cómo los bichos están todos cortados con la misma tijera, o sea, están todos muertos y tienen las tinieblas de su padre habitándolos: Ej. judaísmo es comunismo, y los socialistas (que el socialismo también es comunismo) sacaron del poder a un buen gobierno que tenía España con la excusa que su partido estaba envuelto en escándalo. Pero nadie del gobierno estaba acusado o imputado. Ahora los social-comunistas están en el poder y tienen similar escándalo y no renuncian, y tienen gente juzgada y condenada a pagar multas grandes por violar la ley, y no los echan. Es más, están decididos a destruir La Religión, España y el idioma español. Cuelan el mosquito para los demás, pero ellos se tragan el camello. El mundo ama lo que es del mundo. La gente idiota ama a sus gobernantes idiotas. Los de la raza de víboras sólo se unen entre sí cuando se dedican a atacar a la gente decente, y siempre y cuando tengan ventaja tramposa, cuando nos han acabado, se comen entre ellos. Pienso que les estoy dando ejemplo en este post de “Probadlo todo, quedaos con lo bueno. Absteneos de toda apariencia de mal” 1 Tesalonicences 5, 21-22. Con “probadlo todo” se entiende poner a prueba todo lo que te llega. Jesús es Dios. Los Evangelios y el Apocalipsis están perfectos, y todo lo demás se entiende a la Luz de los Evangelios. No es librepensamiento, se sigue la Santa Tradición. Ntra. Sra. de las Rosas habla también de los Padres Fundadores. Lo lógico es que todo el que puede encontrar material de la Santa Tradición lo copie y guarde, porque los bichos del demonio están destruyendo todo. "Los Padres fundadores (o Los Santos Padres) son un grupo de sacerdotes, teólogos y escritores eclesiásticos cristianos, obispos en su mayoría, que van desde el siglo I hasta el siglo VIII, y cuyo conjunto de doctrina es considerado testimonio de la fe y de la ortodoxia en la Iglesia Católica" (definición sacada de wikipedia habiendo cambiado la palabra “cristianismo”, que no se nos puede aplicar).]

155.- VOTO.- Voto es una promesa libre y deliberada hecha a Dios de una cosa buena, posible y mejor que su contraria, con intención de obligarse. Es un acto de la virtud de religión por el cual el hombre ofrece y sacrifica a Dios lo que tiene de más valor: la voluntad y la libertad. Es una atadura de la flaca naturaleza humana para obligarla a cumplir lo que debemos a Dios o le prometemos. Abraza todo lo que debemos hacer u omitir.

El voto es un acto de latría, por consiguiente, sólo se hace a Dios, pero se le puede presentar por medio de la Virgen o de los Santos, a manera de testigos o protectores. Puede hacer votos todo el que tenga suficiente uso de razón.

Las obras que se hacen por voto son mejores y de mayor mérito que las que se hacen sin él, pues tienen doble bondad: la propia y la del voto. “El voto es una cadena que ata, obliga y aprisiona; pero es cadena de oro, porque la formó el amor, y ennoblece las obras a que obliga”.

Los votos más excelentes son los de pobreza, castidad y obediencia que hacen los religiosos.

156.- VALIDEZ DEL VOTO.- Para que el voto sea válido son necesarias las condiciones siguientes:

1ª Que el que lo emite goce de entera y absoluta libertad personal.

2ª Que tenga intención actual (o al menos virtual) [¿¿??] firme y precisa de quedar ligado a él.

3ª Que la materia del voto sea moralmente posible, buena y mejor que la omisión del voto.

4ª El voto es nulo si se ignora su obligatoriedad, si no se hace por un motivo religioso en nombre de Dios, si supera la capacidad física o moral [¡¿?!] del que promete (voto de ayunar cuando se carece de salud), si se hace bajo presión de miedo grave e injusto, si es de cosas vanas, si va en contra de los propios deberes. Es inválido el voto fingido [supongo por ej. en una obra de teatro], y el que se hace con ignorancia plena.

157.- CONSEJOS PRÁCTICOS.- La prudencia aconseja que no se hagan votos a la ligera o en un momento de fervor. Antes de hacerlos conviene consultarlos con un confesor prudente.

No es prudente obligarse de primeras bajo pecado grave; oblíguese sólo bajo culpa leve. Conviene ir poco a poco, primero obligarse por poco tiempo; más vale renovarlo de cuando en cuando que hacerlo para siempre. Si después de larga experiencia se ve que no es estorbo, sino aliciente para practicar la virtud, se puede hacer para más tiempo; pero si sucede lo contrario, conviene pedir la dispensa a quien la puede dar.

158.- CLASES DE VOTO.- El voto es público cuando es aceptado por un Superior legítimo en nombre de la Iglesia, como los de los religiosos. Es privado si carece de esta formalidad: hago voto de guardar abstinencia durante este año. Así, por ejemplo, fue voto privado el que hizo San Luis Gonzaga, en Florencia, de guardar castidad perpetua.

Es solemne cuando fuere reconocido por la Iglesia como tal, en cuyo caso, el voto de por sí consagra al votante con la máxima firmeza al servicio de Dios; le hace inhábil para los actos contrarios al voto, por consiguiente, tales actos son ilícitos e inválidos; de suyo es perpetuo. Son simples los votos que la Iglesia no reconoce como solemnes. Los actos contrarios a estos votos son ilícitos, pero no inválidos. Son de votos solemnes algunas Órdenes religiosas antiguas, y de votos simples las Congregaciones modernas.

[Acá iba una nota indignándome de ¿desde cuándo algo ilícito es válido? Pero la borré porque hoy, 16 de enero de 2025 aprendí que un sacramento puede ser ilícito pero válido. Ej. si un ortodoxo ruso celebra la Eucaristía es ilícito porque es un hereje pero es válido porque sí consagra las especies de vino y pan.]

Es reservado si el Papa se reserva la facultad de dispensarlo; en caso contrario se llama no reservado.

Es personal cuando el votante se compromete a ejecutar una acción; y real cuando promete una cosa; si participa de ambos se llama mixto.

Es perpetuo o temporal, según se haga para siempre o por algún tiempo. Es condicionado o absoluto, según dependa o no de una condición que ha de cumplirse.

Votos condicionados fueron, por ejemplo, los que aquellos que durante nuestra guerra de liberación prometieron ir en peregrinación a tal o cual santuario, si Dios les conservase la vida. Voto absoluto fue el de San Francisco de Borja cuando dijo: “Nunca más servir a Señor que se me pueda morir”

Votos condicionados fueron el de Jacob en Betel (Gén., XXVIII, 20-22), el de la madre de Samuel (I Sam., I, II), el de Jefté antes de ir a la batalla (Jueces, XI, 30-31), el de los padres de María Santísima.

159.- OBLIGATORIEDAD DEL VOTO.- El voto obliga de suyo; es como una ley que uno se impone; en general, esta obligación será grave o leve, según la materia del voto. Sin embargo, en materia grave, la obligación puede ser grave o leve, según la intención que tuvo el votante al emitir el voto. Pero en materia leve nunca puede uno obligarse bajo pena de pecado grave.

Tratándose de votos, es materia grave la que equivale al objeto de una ley eclesiástica que obligue bajo pena de pecado mortal, como el oír Misa, el ayuno de un día. --

El diferir mucho tiempo el cumplimiento de un voto (unos cuantos años), puede ser pecado grave, si la materia es grave, o cuando hay peligro de olvido. El voto de plazo determinado debe cumplirse lo antes posible. La dilación del voto a plazo fijo, cuando no ha causa grave, es pecado grave. El voto condicionado se ha de cumplir cuando se verifique la condición; si ésta no se realiza, no hay obligación ninguna. La obligación del voto real y también la del mixto en lo que tiene de real pasa a los herederos.

El que hace voto de ingresar o profesar en una Orden o Congregación religiosa se obliga, por el hecho mismo, dentro de los límites de lo posible; no basta, pues, para eximirle de su cumplimiento el hecho de que ese tipo de vida sea incómodo para él; sólo puede desistir y retirarse en el caso de que vea que para él es moralmente [¿?] imposible ingresar o profesar.

“Cuando hicieres un voto a Yahveh (el Señor), tu Dios, no retardes el cumplirlo; pues Yahveh, tu Dios, de cierto te pedirá cuenta de ello y cargarías con un pecado. Si no haces voto, no cometes pecado; pero la palabra salida de tus labios, la mantendrás y la cumplirás conforme al voto libremente hecho a Yahveh, tu Dios, que tu boca pronunció” (Deut. XXIII, 21-23).

160.- CESACIÓN DEL VOTO.- La obligación del voto puede cesar principalmente por una de estas tres causas: por anulación, por dispensa y por conmutación. También puede desaparecer por imposibilidad física o moral, por incumplimiento de la condición, por cesar el fin que lo motivó [nota: San Carlos (si mal no recuerdo su nombre) hizo un voto de ir a un santuario para pedir que acabe una epidemia en su región. La epidemia acabó, y como estaba muy viejo y no podía hacer el camino, y él ya tenía olor de santidad, se llevó la reliquia hasta un lugar cercano para que pueda cumplir su voto], por terminar el plazo para el que se hizo [se entiende: habiendo cumplido el voto], y por otras causas intrínsecas.

Pueden anular un voto los que tienen potestad dominativa en la voluntad del que lo hace, como son los padres sobre los hijos menores, y los superiores sobre sus súbditos.

La Iglesia puede dispensar de ellos, por justa causa, y en nombre de Dios. El Papa a todos los fieles y de toda clase de votos; los Obispos, de los votos privados no reservados de sus súbditos. La dispensa sería nula si lesionase el derecho de otro.

En cuanto a la conmutación, puede hacerla el mismo votante por su propia voluntad, en otra obra igual o mejor, es decir, igualmente apta o más apta para la gloria de Dios. Si se tratase de conmutarlo es otra obra menos buena, sólo podría hacerlo, según los casos, el Papa, el Obispo, o un delegado suyo.

Para cambiar lícitamente una promesa por otra mejor, no hace falta ninguna causa, pero para cambiarla por otra igual se requiere algún motivo, aunque sea leve.

161.- LECCIÓN PRÁCTICA.- El que emite un voto hace un sacrificio muy agradable a Dios y consigue más fácilmente gracias y favores.

El niño Samuel fue fruto de un voto de su madre. La Santísima Virgen lo fue de otro voto de sus santos padres; lo mismo se dice de varios Santos. En cuanto los habitantes de Oberammergau (Baviera) hubieron hecho voto de representar cada diez años el drama de la Pasión del Señor, no murió ni un más de la peste en 1633. Por un voto que hizo Marsella al Sagrado Corazón de Jesús, vióse libre del cólera.

El voto es medio eficaz para llegar más rápidamente a la perfección y lograr mayor santidad. [Pero nos transcriben un consejo práctico en el punto 157: Presentose a San Francisco de Sales una persona que tenía intención de hacer el voto de rezar el Rosario todos los días. El Santo contestole categóricamente “Guardaos de hacerlo”. Yo lo hice siendo joven, pero ahora que tengo más años, os repito que no hagáis tal voto. Rezarle, sí, todos los días, pero sin hacer voto”. Bien, él lo hizo y cumplió y por haberse esforzado en otras cosas también, llegó a santidad.

Un ejemplo del punto 159 es: “Cuenta San Pedro Damiano, doctor de la Iglesia, que un joven, rico y noble, prometió hacerse religioso en un plazo de 10 años. Pasó este tiempo sin cumplir el voto y murió después de recibir los santos Sacramentos y dejando grandes sumas para limosnas. Pero poco después se apareció a un religioso prelado, asegurándole que estaba condenado por no cumplir su promesa”.

No sabemos cómo de bien se confesó. Pero parece que con la confesión no basta, hay que pedir la dispensa en forma correcta. Como no vale que un criminal se confiese de un crimen y punto, en la confesión va implícito que debe entregarse a la justicia (y reparar, y cambiar de vida). El voto es un tema delicado.]

De algunos Santos, por ejemplo, Santa Teresa de Jesús, Santa Juana Francisca de Chantal, San Andrés Avelino, se refiere que se obligaron con voto a hacer lo más perfecto. San Estanislao de Kostka, cuando apenas tenía uso de razón, consagrose a la Santísima Virgen con voto de perpetua castidad y más adelante se obligó con voto a no ofender a Dios ni con pecado venial. De Santa Margarita María Alacoque, dícese que a los siete años tenía horror a todo pecado y una inconsciente inclinación a la pureza y, según ella misma aseguraba más tarde, se sentía continuamente impelida a repetir: “Dios mío, os consagro mi pureza y os hago voto de perpetua castidad”. [Nota: sus padres, de bebé, consagraron la pureza de ella a la Sma. Virgen]. Sta Rosa de Lima, a los cinco años, consagró también a Dios su virginidad, para siempre.

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