Entonces pues vamos a empezar. Voy a empezar primero con este libro de 1939, es un Misal completo de B. Molina. Entonces voy a leer pero como esto es un video que busca dar la mayor gloria a Dios, pues voy a comenzar con una oración.
In nomine Patris,
et Filii,
et Spiritus Sancti.
Amen.
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Ave María,
gratia plena,
Dominus tecum,
benedicta tu in muliéribus,
et benedictus fructus ventris tui Iesus.
Sancta Maria,Mater Dei,
ora pro nobis peccatoribus,
nunc et in ora mortis nostrae.
Amen.
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Cor Iesu Sacratissimum, miserere nobis.
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Cor María Immacolata, ora pro nobis.
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Sancte Ioseph, ora pro nobis
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In nomine Patris,
et Filii,
et Spiritus Sancti.
Amen.
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Pues bien, dice:
Este Sacramento fue instituido por Jesucristo, cuando dirigiéndose a sus apóstoles les dijo: “Recibid al Espíritu Santo. A aquellos a quienes les perdonéis los pecados, les serán perdonados y a aquellos a quienes se los retuviereis, serán retenidos”. Con él se perdonan los pecados cometidos después del Bautismo. Para recibir este sacramento es necesario confesar los pecados con sincero dolor y arrepentimiento de haberlos cometido a un sacerdote que tenga la facultad para absolver. Además es necesario tener el firme propósito de corregirse y cumplir la penitencia impuesta por el confesor. Se deben confesar todos los pecados mortales aclarando, lo mejor que se pueda recordar, el número y especie de los mismos. Para conseguir esto debes pedir gracia humildemente a Dios, con el deseo de conocer los pecados cometidos y examinarse recorriendo los Mandamientos de la Ley de Dios, los Mandamientos de la Santa Iglesia, los pecados capitales y las obligaciones particulares. Comprende pues: la confesión sacramental los puntos siguientes:
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1- EXAMEN DE LOS PECADOS
2- DOLOR DE HABERLOS COMETIDO
3- PROPÓSITO DE LA ENMIENDA
4- CONFESIÓN DE TODOS
5- CUMPLIMIENTO DE LA PENITENCIA QUE EL CONFESOR IMPONGA
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Esta es una oración para antes del examen:
Espíritu Santo, Consolador y Fuente de toda luz, alumbra mi entendimiento y aviva mi memoria con tu gracia, para que recuerde todos mis pecados y conozca la gravedad y malicia como los conoceré cuando me vea delante de la Divina Majestad cuando sea juzgado. Haz, Oh Señor, que los aborrezca, deteste y llore con amargura y dolor para arrojarlos de mi alma por medio de una sincera y dolorosa confesión. Así te lo pido, ¡Oh, Dios mío! Por los méritos de mi Señor Jesucristo, por la intercesión poderosa de la Virgen Santísima y la de todos los Ángeles y Santos. Amén
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[Ella lee “Ven” pero no podemos invocar al Santo Espíritu directamente sobre nosotros, lo debemos pedir al Padre Celestial, así que omito esa palabra] Oh Santo Espíritu, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de Tu amor. “Envía Tu espíritu y serán creados y renovarás la faz de la Tierra”. Amén.
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Oremos: Oh Dios que iluminaste los corazones de los fieles con la ilustración del Espíritu Santo, danos a conocer lo que es recto según el mismo Santo Espíritu y gozar siempre de su consolación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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EXAMEN DE CONCIENCIA.
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“Se debe recordar cuánto tiempo ha pasado desde la última confesión y si se han confesado en ella todos los pecados mortales o si se omitió alguno por vergüenza, malicia o miedo. Si hubiese ocurrido esto se repetirá la confesión o confesiones que fueron sacrílegas diciendo todo al confesor.”
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Yo les recomiendo de manera personal, pues vayan anotando. Es recomendable también incluso para los laicos porque esto es para la vida religiosa, la Liturgia de las horas. Entonces cuando rezan la Liturgia de las horas, la Completa, que es a lo último, se hace diariamente un examen de conciencia y es algo que sirve mucho pues así puede uno ir anotando los pecados que ha cometido [10:30] para en una semana, o dos semanas, o tres semanas o cuando sea necesario… que el Santo padre Pío de Pieltrecina recomienda confesión una vez a la semana. Entonces es de gran menester. Ayuda muchísimo, yo les digo que los pecados veniales, los confieso, y he recibido una gran cantidad de consejos tan buenos que… y además es que cualquier manchita la estás quitando, limpiando, mejor dicho: Dios es el que la limpia. Así que comenzamos con esto.
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PRIMER MANDAMIENTO – Amar a Dios sobre todas las cosas.
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Se puede haber pecado por no saber lo necesario para salvarse. Por consentir tentaciones contra la fe o dudas sobre los dogmas de la Iglesia. Por tener o leer libros prohibidos. Por creer en supersticiones. Por haber desconfiado de Dios. Por haber omitido por mucho tiempo las prácticas de piedad. Por haberse avergonzado de confesar a Dios delante de los hombres, dejándose llevar por el respeto humano.
Ahora voy a leer de otro examen de conciencia sobre el primer Mandamiento: ¿He negado a Dios? ¿He puesto en duda o negado la fe católica o lo que ella enseña: las verdades enseñadas por la Iglesia en cosas de fe y moral? ¿me avergüenzo de mi religión delante de quienes se burlan de ella? ¿Me dejo llevar de consejos e ideas de personas inmorales, sin religión? ¿He abusado de la Misericordia de Dios? ¿He dejado de cumplir las promesas o votos hechos a Dios? ¿He sido indiferente en las cosas de Dios? ¿He cometido sacrilegio? ¿He sido supersticioso creyendo en falsos milagros, asistiendo a cultos falsos, por ejemplo: evangélicos, mormones, testigos de Jehová, etc., o utilizando amuletos, cintas rojas, herraduras, ojos turcos, etc.? ¿He dado culto a personajes que la Iglesia no reconoce como santos, por ejemplo: la difunta Correa, Gauchito Gil, la (no) santa muerte? : aquí entran también dioses paganos como Buda, todos esos… ¿He acudido a diversos modos de adivinación, magia o brujería? ¿He abandonado la oración? ¿Ingratitud, pereza espiritual? ¿He odiado a la Iglesia Católica? ¿He tentado a Dios, por ej. Exponiéndose a sí mismo a peligro de alma, la vida o la salud sin causa grave? No comportarse con reverencia cuando se está en la Iglesia, por ej. No hacer una genuflexión al Santísimo al entrar o salir de la Iglesia, etc. Excesiva atracción por las cosas o las creaturas, por ej. Exceso de afecto por los animales, fanático de los deportes o estrellas de cine, música, ídolos de la televisión, amor por el dinero, placer o poder. Idolatría: adorara a dioses falsos como dar honor a una criatura en lugar de Dios, por ej. Satanás, ciencia, antepasados, país… Superstición: atribuir poderes a una cosa creada que no tiene. Hipnotismo sin causa suficiente. Adivinación, comunicación con satanás, los muertos, demonios u otras prácticas falsas para descubrir lo desconocido. Consultar horóscopos, astrología…lectura de la palma de la mano, adivinación, atribuir una importancia indebida a los sueños, augurios, todas las prácticas de magia o hechicería por ej.: brujería, vudú, usar amuletos, jugar con tablas de uija o mesas giratorias. Espiritismo, hablar con los espíritus. Sacrilegio: profanar o tratar indignamente los Sacramentos, especialmente la Sagrada Eucaristía y otras acciones litúrgicas, así como personas religiosas o cosas bendecidas tales como vasos sagrados o estatuas, o lugares consagrados a Dios. Sacrilegio al recibir un Sacramento, especialmente recibir la Sagrada Eucaristía en pecado mortal. Simonía: compra o venta de objetos bendecidos. Uso profano o supersticioso de objetos bendecidos, algunas veces se hace para permanecer en pecado. Materialismo práctico: uno cree que necesita y desea sólo cosas materiales. El humanismo ateo: considera falsamente que el hombre es un fin en sí mismo y el único creador con el control supremo sobre su propia historia. El ateísmo en general rechaza, niega o duda la existencia de Dios, ya sea en teoría o en práctica, es decir: ignorándolo en la vida cotidiana. Gnostisismo: postula la existencia de un ser trascendente que es incapaz de revelarse y sobre el cual nada se puede decir o no hace ningún juicio sobre la existencia de Dios que declara que es imposible probar o incluso afirmar o negar. [16:51]
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Como hemos leído en los 3 exámenes de conciencia que les acabo de dictar sobre el primer Mandamiento: Amarás a Dios sobre todas las cosas, entonces amar a Dios sobre todas las cosas es ponerlo en primer lugar sobre todo. Es muy importante este Mandamiento pues al ser el primero es el más, más, más importante porque Dios es al que primero le debemos todo. El misal antiguo dice sobre el primer Mandamiento:
Hay pecados sobre el primer Mandamiento, hay pecados sobre la fe que es por dudas voluntarias, curiosidades, sueños, supersticiones, lecturas prohibidas, burlas en asuntos sagrados, negligencia en instruirse bien de su religión.
Sobre la esperanza: por desconfianza en la misericordia de Dios, presunción de su bondad en nuestras propias fuerzas, falta de sumisión, desfallecimiento voluntario del ánimo, disgusto, desesperación.
Sobre la caridad: por las murmuraciones contra la providencia divina, resistencia voluntaria a las inspiraciones, negligencia en impedir el mal cuando se debe y se puede, pecado por humanos respetos, dividiendo su corazón entre Dios y alguna otra cosa que no se debe amar o dejar de amar sólo por Dios, no amando al prójimo sino por amor de Dios.
Sobre la religión: omitiendo sus obligaciones de piedad [minuto 18:49], sus oraciones, la Misa, su penitencia o haciendo mal todo esto. Cometiendo irreverencias en la Iglesia, posturas inmodestas, conversaciones, divisiones voluntarias, violando con el trabajo los Santos días Domingos u otras fiestas, comprando o vendiendo en estos días, por los juegos, divertimientos ilícitos y compañías que apartan del servicio de Dios. Haciendo juramentos falsos, mintiendo, tomando el Nombre de Dios en vano, jurando ligeramente [a la ligera], practicando la simonía en la pretensión o colocación de un beneficio, dejando de alabar a Dios, dejando de darle gracias por sus beneficios y de someterse a su Santa Voluntad.
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[21:30 a 23:36]
Pecados contra la fe:
Duda voluntaria de cualquier artículo de Fe, ignorancia deliberada de las verdades de la fe que deben ser conocidas, abandono de instruirse en la fe de acuerdo con el estado de la vida. Apostasía, herejía, indiferentismo, creer que una religión es tan buena como la otra y creer que todas las religiones son igualmente buenas y agradables a Dios, o que uno es libre de aceptar o rechazar cualquiera o todas las religiones. Leer o circular libros o escritos en contra de la creencia o práctica católica de manera que pongan en peligro la fe de uno u otro. Guardar silencio cuando se le pregunta acerca de la fe de uno. Asistir a culto cismático o herético. Unirse a grupos masónicos u otras sociedades prohibidas.
Pecados contra la esperanza:
Desesperación de la misericordia de Dios. Renunciar toda esperanza de salvación o a los medios necesarios para ser salvos, o falta de confianza en el poder de su gracia para ayudarnos en los problemas o la tentación. Ningún deseo de poseer la felicidad eterna en el Cielo o después de esta vida terrenal. Presunción: esperar la salvación sin la ayuda de Dios o asumir el perdón de Dios sin conversión, o esperar obtener la gloria celestial sin mérito presumiendo de la misericordia de Dios o de la eficacia de ciertas prácticas piadosas para continuar en el pecado, rechazando cualquier dependencia de Dios.
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Pecados contra la caridad:
No realizar un acto de caridad a intervalos durante la vida, especialmente en tiempos de necesidad. Egoísmo: uno se preocupa sólo por sí mismo, se alaba a sí mismo, es egoísta, disfruta de recibir alabanzas. Intencionalmente pensamientos rebeldes contra Dios, alardeando del pecado, violando la ley de Dios u omitiendo buenas obras por respeto humano.
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SEGUNDO MANDAMIENTO: NO TOMARÁS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO
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¿He dicho palabras ofensivas o burlas contra Dios, la Virgen María, los Santos, el Papa, los sacerdotes, las religiosas o las cosas sagradas? ¿He jurado falsamente o sin necesidad, o con mentira en Nombre de Dios? Se puede pecar por haber usado frívolamente, es decir sin razón, y sin respeto el Nombre de Dios y de los Santos. Por haber hecho juramentos falsos o inútiles, por haber blasfemado, por no haber cumplido los votos [21:29]
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[23:37]
Deshonrar a Dios mediante el uso profano o irrespetuoso del Santo Nombre de Dios o del Santo Nombre de Jesucristo, los Nombres de la Santísima Virgen María o de los santos. Blasfemia: discurso o gestos que desprecian o expresan insultos a Dios o a Jesucristo [Jesucristo es Dios], a la Iglesia Católica, a la Santísima Virgen María o a los Santos. Perjurio: prometer algo bajo juramento sin intención de cumplirlo o romper una promesa hecha bajo juramento. Tomar juramentos falsos o innecesarios para pedir a Dios que sea testigo de una mentira, rompiendo votos o promesas a Dios. Hablar durante la Misa y en una Iglesia sin razón suficiente o para distraer a otros.
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TERCER MANDAMIENTO: SANTIFICAR LAS FIESTAS
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RECUERDA QUE DEBES GUARDAR EL SANTO DÍA DEL SEÑOR
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Pecados contra el tercer Mandamiento: omisión de la oración y la adoración divina, todo el trabajo servil e innecesario los domingos y días santos de obligación y todo lo que dificulta la santificación del Santo día del Señor. Participar en actividades comerciales innecesarias, es decir: comprar y vender los domingos y días festivos de obligación.
¿Falto a Misa los domingos o días de precepto pudiendo asistir? ¿Participo de la Misa sin intención, hablando o distrayendo a los demás, o he llegado muy tarde? ¿He trabajado sin necesidad los domingos? ¿He hecho ayuno y abstinencia en los días indicados por la Iglesia, Miércoles de Ceniza, Viernes Santo? ¿Confesé y comulgué al menos una vez al año en tiempo de Pascua?
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Se puede pecar por haber faltado a la Santa Misa sin motivo justificado en día de precepto. Por haber llegado tarde. Por haber asistido sin respeto. Por haber trabajado o hecho trabajar a otros sin necesidad en días que estaba prohibido el trabajo
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CUARTO MANDAMIENTO: HONRAR PADRE Y MADRE
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Se puede pecar por haberles faltado el respeto, por haberles desobedecido, por haberles disgustado, por no haberles socorrido y por no haberles amado. ¿He faltado a la obediencia a mis padres, superiores o maestros? ¿Les contesté mal? ¿Les hice enojar o les he causado disgusto? ¿Me he preocupado de las necesidades materiales y espirituales de mis padres? ¿Tengo buena relación con mis hermanos? ¿He sido injusto con mis hijos, empleados o subalternos? ¿He sido respetuoso y justo con mi esposa o esposo? ¿He cumplido mis deberes con mi patria?
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Pecados contrarios al cuarto Mandamiento:
Para los padres: odiar a sus hijos. Maldiciéndolos, dándoles escándalo (maldiciendo o bebiendo, etc.) Permitiéndoles crecer en la ignorancia, la ociosidad o el pecado. Mostrando parcialidad habitual sin causa. Aplazar el bautismo de un niño, descuidando velar por su salud corporal, su instrucción religiosa, la compañía que mantienen, los libros que leen, etc. No corregirlos cuando sea necesario. Ser áspero o cruel en la corrección. Enviar a los niños a las escuelas protestantes y otras escuelas peligrosas. No motivarlos a asistir a la Santa Misa los domingos y días santos y practicar la recepción frecuente de los Sacramentos.
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Para los niños: todo tipo de ira u odio contra los padres y otros superiores legítimos, provocándolos a la ira, afligiéndolos, insultándolos, descuidándolos en sus necesidades. Desprecio o desobediencia de sus mandamientos legítimos
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Maridos y esposas: mal uso, es decir, usarlos sin consideración por su propio bienestar y sin tener en cuenta la caridad, poniendo obstáculos al cumplimiento de los deberes religiosos. Falta de gentileza y consideración con respecto a las faltas de cada uno. Celos irrazonables. Negligencia en las tareas domésticas. Mal humor, palabras perjudiciales. Descuidar el intento de asegurar los medios para apoyar a la familia debido a pereza o timidez.
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Para los empleadores: no permitir a los empleados un tiempo razonable para cumplir los deberes religiosos y la instrucción. Darles un mal ejemplo o permitir que otros lo hagan. Reteniendo sus salarios legales. No cuidándolos en la enfermedad. Despidiéndolos arbitrariamente y sin causa. Imponer políticas irrazonables.
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Para los empleados: falta de respeto a los empleadores. Falta de obediencia en los asuntos en que uno se ha obligado a obedecer, por ejemplo: al cumplir un contrato, pérdida de tiempo, abandono del trabajo. Desperdicio de propiedad del empleador por deshonestidad. Descuido o negligencia. Violar la política de la empresa sin motivo suficiente.
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Para profesionales y funcionarios públicos: Falta de conocimiento sobre los deberes de oficio y profesión, negligencia en el ejercicio de esos deberes. Injusticia o parcialidad, tarifas exorbitantes (este pecado también puede incluirse en el séptimo Mandamiento).
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Para maestros: Descuidando el progreso de los confiados a su cuidado. Castigo injusto, indiscreto o excesivo. Parcialidad, mal ejemplo. Máximas sueltas o falsas, es decir enseñándoles cosas que nos son ciertas como verdaderas.
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Estudiantes: Falta de respeto, desobediencia, testarudez, ociosidad, pérdida de tiempo, ceder a las distracciones inactivas, por ejemplo: fiestas y recreación indebida.
Para todos: desprecio por las leyes del estado y del país, así como de la Iglesia. Desobediencia a la autoridad legal, incumplimiento de las leyes civiles. [31:52]
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QUINTO MANDAMIENTO: NO MATARÁS
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Los pecados contra el quinto mandamiento incluyen: asesinato, realizar un aborto, tener un aborto, ayudar a alguien a tener un aborto. El penitente debe saber que tener, causar o ayudar en un aborto hace que uno sea excomulgado. Eutanasia: la retención de los medios ordinarios a un paciente moribundo o enfermo terminal. Suicidio, intentos de suicidio, pensamientos serios sobre suicidarse. Luchas, disputas, enfado, odio, deseos de venganza. Tortura humana, glotonería, comer o beber en exceso. Embriaguez, abuso del alcohol, medicamentos o drogas. Poner en peligro la vida de otras personas, por ejemplo: al tomar licor y conducir, al conducir demasiado rápido, etc. Arriesgar su propia vida o miembros sin una razón suficiente, por ejemplo: acrobacias temerarias, ruleta rusa, etc. Descuidos de dejar veneno en un lugar mal puesto o dar a tomar veneno a otro. Drogas peligrosas, armas, drogar a otra persona o ponerle píldoras en la comida o en el agua a sabiendas que será dañino para la persona, etc.
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Mutilación del cuerpo, como castración, vasectomía, ligadura de trompas, histerectomía sin causa médica suficiente. Investigación científica inmoral y sus implicaciones: mal ejemplo o escándalo. Falta de respeto por los moribundos o los muertos. No tratando de evitar la guerra. Mostrar aversión o desprecio por los demás. Negarse a hablar con las personas cuando necesitan dirigirse a ellos. Ignorar las ofertas de reconciliación especialmente entre parientes. Acariciar un espíritu implacable. Humor molesto y ridiculizar. Insultos, palabras y acciones irritantes. Tristeza por la buena fortuna de otro. Regocijarse por la desgracia de otro. Envidia a la atención mostrada a los demás. Comportamiento tiránico. Sentir desprecio, recelo o resentimiento contra otro porque dice la verdad. Esto aplica a personas que odian a sus sacerdotes por su predicación. A los que odian y no les caen bien algunos feligreses por su expresión de fe. Inducir a otros a pecar con palabras o ejemplo.
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Daño a la salud por exceso de indulgencia. Dar bebida a otros sabiendo que abusarán de ella. Tomar píldoras anticonceptivas que pueden o no ser abortivas. Uso de métodos profilácticos o de barrera para evitar el embarazo. Usar medios lícitos para evitar la concepción mientras se fomenta una mentalidad anticonceptiva. Esterilización directa causando sufrimiento innecesario o muerte a los animales.
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¿He utilizado o deseado algún mal físico a otra persona? ¿He aconsejado, colaborado o realizado un aborto? ¿Utilizo abortivos como el DIU? ¿He descuidado mi salud o arriesgado mi vida sin necesidad? ¿Me he embriagado o consumido drogas? ¿guardo odio o rencor a alguien? ¿He alimentado deseos de venganza? ¿He sido causa de que otros pecaran con malos ejemplos o usando ropa indecente o provocativa? ¿He escandalizado con mi conducta? ¿Guardo odio o rencor a alguien? Recordar que Nuestro Señor nos dijo que si no perdonamos las ofensas a los hombres, nuestro Padre Celestial tampoco nos perdonará la nuestras. ¿Me he apartado del bien y de las prácticas religiosas?
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SEXTO MANDAMIENTO: NO COMETERÁS ACTOS IMPUROS
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En él se prohíbe la fornicación y los malos deseos. Se puede pecar por haber entretenido voluntariamente pensamientos o deseos contra la castidad. Por haber tenido conversaciones impuras o por haber escandalizado con ellas. Por haber mirado detenidamente esculturas, fotografías, grabados u objetos deshonestos. Por haber tenido acciones impuras, por haber asistido a espectáculos indecorosos y por haber llevado en la playa trajes inmodestos.
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Los pecados contra el sexto mandamiento son: impureza e inmodestia en palabras o miradas y acciones ya sea solo o con otros. Contando y escuchando chistes sucios, usar ropa inmodesta. Comprar, alquilar o mirar películas, televisión o libros indecentes, pornografía o libros que contienen impureza. Masturbación, fornicación, a veces llamadas sexo prematrimonial. Sexo oral, sexo anal. Prostitución, sodomía, prácticas homosexuales, adulterio, divorcio, poligamia, incesto, abuso sexual, violación, besos prolongados y sensuales. Las caricias o los juegos previos fuera del contexto del matrimonio, y dentro del contexto del matrimonio no ordenados a la consumación del acto conyugal natural, o no realizados de manera debida según la ley natural. Baile inmodesto. Salir sin tomar las precauciones necesarias para salvaguardar la pureza o la fe de uno [hay oraciones para antes de salir de casa]
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SEPTIMO MANDAMIENTO: NO ROBARÁS.
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Los pecados contra el séptimo mandamiento son: robando, por ejemplo, llevando pequeñas cosas de su lugar de trabajo al que uno no tiene derecho o tomando dinero de un miembro de la familia sin su permiso. Engañando. Plagiar. Infligir las normas de derechos de autor, por ejemplo: fotocopiar sin permiso. Mantener objetos prestados o perdidos sin hacer un intento razonable de restaurar la propiedad del otro. Posesión de bienes mal adquiridos. Aconsejar o mandar a alguien que haga daño a otra persona o a sus bienes. Lesiones negligentes o maliciosas a la propiedad de otros. Ocultación de fraude, robo o daño cuando esté en servicio obligado a proporcionar la información. Evasión de impuestos al no pagar sólo impuestos. Fraude empresarial. Deshonestidad en política, negocios, etc.
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No pagar deudas a la hora programada y no hacer esfuerzos razonables y sacrificios en este asunto, por ejemplo: poniendo gradualmente la cantidad requerida. No reparar o compensar a alguien que sufra daños injustos. Forzando los precios o aprovechando la ignorancia o la dificultad de otros. Usura: prestar dinero a altas tasas de interés a alguien con dificultades financieras. Especulación en la que se logra manipular artificialmente el precio de los bienes para obtener una ventaja en detrimento de los demás.
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La corrupción en la que uno influye en el juicio de quienes deben decidir en asuntos legales. Aceptar sobornos. Apropiación y uso con fines privados de los bienes comunes de una empresa. Trabajo mal hecho. Pagar salarios injustos o defraudar a un empleado de los debidos beneficios. Falsificación de cheques y de facturas. Escribiendo cheques sabiendo que no hay fondos suficientes para cubrirlos. Gastos y desperdicios excesivos. No cumplir promesas o acuerdos contractuales si los compromisos fueran moralmente justos. Juegos de azar y apuestas si privan a alguien de las necesidades básicas de vida para sí mismos o para otros. Desperdicio excesivo e innecesario de bienes, recursos, dinero o fondos y hasta la comida misma. [min 40:55]
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¿He robado o colaborado en un robo? ¿He devuelto lo robado? ¿He dañado la propiedad o el trabajo de otro? ¿He reparado el daño causado? ¿He obtenido dinero por medios ilícitos? ¿He pagado las deudas contraídas? ¿He cumplido con mi trabajo? ¿He derrochado el dinero en el juego, ej.: en el casino, la lotería o la quiniela? ¿He deseado con envidia los bienes ajenos? ¿He contribuido al sostenimiento de la Iglesia en mi parroquia?
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OCTAVO MANDAMIENTO: NO LEVANTARÁS FALSO TESTIMONIO CONTRA TU PRÓJIMO
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Los pecados contrarios al octavo mandamiento son: jactancia, fanfarronería, adulación, hipocresía, exageración, ironía, sarcasmo, daño injusto al buen nombre de otra persona (ya sea revelando fallas verdaderas u ocultas, detracción, o diciendo falsos defectos). Calumnia. Rumores de otros o propagación de ellos. [recordar que no podemos hablar del mal de otros si no tenemos pruebas]. Criticar a los demás, escuchar con agrado a los demás siendo criticados. Chismosos. Deshonrando injustamente a otra persona en su presencia. Juicio imprudente: creyendo firmemente sin razón suficiente que alguien tiene algún defecto moral. Revelar secretos. Publicar secretos desacreditables sobre otros, incluso si son verdaderos. Rechazando o demorando para restaurar el buen nombre que uno ha ennegrecido. Acusaciones sin fundamento. Sospechas infundadas.
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¿He mentido aún para hacer un bien o evitar un mal? ¿He atribuido con maldad al prójimo culpas y defectos que no tiene? ¿He reparado este daño? ¿He juzgado o sospechado de alguien sin justo fundamento? ¿He comentado pecados o culpas ajenas sin necesidad o con mala intención? ¿He reparado este daño?
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Se puede pecar y mentir por juzgar temerariamente, por hablar mal del prójimo, por calumniarle, por levantarle falsos testimonios y por no guardar sus secretos
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NOVENO MANDAMIENTO: NO DESEARÁS A LA ESPOSA DE TU PRÓJIMO.
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El noveno mandamiento prohíbe lo siguiente: todos aquellos pensamientos y deseos impuros que complacen deliberadamente o aceptamos voluntariamente cada vez que estos pensamientos o pasiones impuras vienen a nuestra mente. El penitente debe tener en cuenta que cualquier pecado enumerado en el sexto mandamiento en el que alguien desea, o deliberadamente recibe el deseo, puede tener el mismo grado de gravedad, es decir: pecado mortal
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DÉCIMO MANDAMIENTO: No codiciarás los bienes ajenos.
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El décimo mandamiento prohíbe lo siguiente: Envidia, deseo de los bienes ajenos, celos, una celosa vigilancia para mantener un bien disfrutado por uno mismo de los demás. La codicia y el deseo de tener bienes materiales sin límite. Avaricia. El deseo de hacerse rico a toda costa. Empresas o profesiones que esperan circunstancias desfavorables para otros para que puedan beneficiarse personalmente de ellas. Envidioso del éxito, los talentos, los bienes temporales o espirituales de otra persona. El deseo de cometer injusticias dañando a alguien para obtener sus bienes temporales.
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LOS PRECEPTOS DE LA SANTA MADRE IGLESIA
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Además de los 10 Mandamientos de Dios, los fieles están obligados a seguir los Preceptos de la Iglesia. El poder para hacer estas leyes proviene de Jesucristo e incluye todo lo necesario para el gobierno de la Iglesia y para la dirección de los fieles para que puedan alcanzar su salvación eterna.
PRIMER PRECEPTO: Asistir a la Santa Misa todos los domingos y días de guardar. Hay 7 días santos de obligación:
Navidad: 25 de diciembre; 2. La Circuncisión, Maternidad de María: 1 de enero; 3. La Ascensión, el jueves 40 días después de Pascua; 4. La Asunción: 15 de agosto; 5. Día de todos los Santos: 1ro. de noviembre; 6. La Inmaculada Concepción: 8 de diciembre; 7. La Pascua.
La Iglesia nos obliga a abstenernos del trabajo servil los días de obligación al igual que los domingos en la medida de los posible. Los católicos que deben trabajar en los días santos están obligados a asistir a la Santa Misa a menos que sean justificados por una causa grave razonable. Uno puede violar este precepto al no asistir a Misa en los días prescriptos o llegar tarde a Misa sin una razón suficiente. [47:03] en este caso si uds. tienen algún trabajo que les impida asistir, tienen que pedir la dispensa a un sacerdote o consultarlo con el sacerdote que tengan cerca o donde vayan a la Santa Misa para que les dé la dispensa, si no tienen dispensa es pecado mortal.
SEGUNDO PRECEPTO: Ayunar, abstenerse y hacer penitencia en días prescriptos.
La ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido 14 años. La ley del ayuno obliga a los que han alcanzado la mayoría de edad hasta el comienzo de los 60 años. Ayunar significa comer menos comida de la que se come normalmente. En los días de ayuno sólo se nos permite una comida completa y dos comidas más pequeñas que juntas son menos que una comida completa. Los días de ayuno son el miércoles de ceniza y el viernes Santo. En los días de abstinencia se nos prohíbe comer carne. Los días de abstinencia son todos los viernes del año. En los Estados Unidos se puede hacer una forma de penitencia, también en México, u oración en lugar de la abstinencia de los viernes del año fuera de Cuaresma y esto se sustituyó para la gente que vive en pobreza y no tiene opción de comer más que carne en los viernes, pero si no tienes una causa justa debes de hacer abstinencia de carne los viernes.
La penitencia sustituida permitida puede ser: Rezar un Rosario, las estaciones de la Cruz, visitar a los enfermos o encarcelados, etc.
TERCER PRECEPTO: Confesar nuestros pecados mortales por lo menos una vez al año
La Iglesia nos insta a acudir con frecuencia al gran Sacramento de la Confesión. Pero sólo nos ordena ir al menos una vez al año para advertir a las personas que pueden presumir de la Misericordia de Dios, que es un pecado contra el Espíritu Santo. Los padres deben preparar a sus hijos para la confesión cuando los niños aprenden a distinguir el bien del mal, es decir a los 7 años de edad aproximadamente.
La obligación de confesar una vez al año sólo es vinculante para aquellos que hayan cometido un pecado mortal y no han confesado durante al menos un año.
Se puede pecar por no confesarse una vez por lo menos al año, por no confesarse en peligro de muerte y por confesar sacrílegamente
CUARTO PRECEPTO: Recibir la Comunión Santa durante el tiempo de Pascua
La temporada de Pascua empieza el primer domingo de Cuaresma y termina el domingo de Trinidad. Después de recibir nuestra Primera Comunión se recomienda encarecidamente recibir este gran sacramento con frecuencia durante nuestra vida. Todos los días si es posible según recomendado por el Papa San Pío X.
Se puede pecar por no haber comulgado bien por lo menos una vez al año, por comulgar en pecado mortal, por no guardar los ayunos prescritos, pudiendo y no estando exento, y por comer carne en los días prescritos. Por usar de los privilegios de la Bula sin tenerla, pudiendo adquirirla.
QUINTO PRECEPTO: Contribuye al apoyo de la Iglesia o bien: pagar los diezmos y primicias
Se puede pecar por no pagar para el culto lo que acostumbran los buenos cristianos de la población o país donde se vive. Este precepto requiere que cada uno atienda las necesidades materiales de la Iglesia de acuerdo con sus medios.
[QUINTO PRECEPTO: No contraer matrimonio contrario a las leyes de la Iglesia. ESTE PRECEPTO ES SEGÚN LA SANTA TRADICIÓN, pero lo eliminaron y el Tercero lo desdoblaron en dos, antes era uno solo: confesar y comulgar una vez al año por Pascua de Resurrección.
<<Desde luego, que no sea [ahora] un precepto de la Iglesia, no implica que los católicos estén liberados de casarse como gusten, pues todavía estamos obligados a hacerlo conforme a rito católico, según ordenan los cánones 1108 y siguientes del Código de Derecho Canónico, norma que sólo tiene por válidos los matrimonios contraídos ante un obispo, presbítero o diácono [NOOOO! Los diáconos no pueden administrar los Sacramentos, salvo el bautismo y llevar la comunión si las personas estaban en peligro de muerte y no podía asistirles un sacerdote], y al menos dos testigos>>.]
1. FALTAS CONTRA DIOS: omisiones, descuidos en las prácticas de piedad. Faltas de respeto en la iglesia, distracciones voluntarias en la Misa y durante el Santo Rosario. Palabras de queja, tibieza y falta de devoción [51:57] en el servicio de Dios.
2. FALTAS CONTRA EL PRÓJIMO: faltas de respeto, de obediencia y de docilidad, faltas de caridad, juicios temerarios, odios y venganzas, murmuraciones, calumnias, malos ejemplos, escándalos, incitación al mal, antipatía, resentimientos y enemistades, pendencias, riñas, y daños ocasionados en sus bienes
3. CONTRA SÍ MISMO: orgullo, vanidad, respeto humano, cantares obscenos, pensamientos, deseos, conversaciones, vestidos y modas contrarias a la castidad. Teatros, bailes, cines, novelas. Las tarjetas y estampas inmorales. Amistades pecaminosas, gula, impaciencia, pereza en el cumplimiento de las obligaciones y pérdida de tiempo
PECADOS CAPITALES:
Pecados de orgullo: obrar por orgullo, gastar con exceso, despreciar a los demás, complacerse en pensamientos de vanidad, ser susceptible
Pecados de avaricia: afición desordenada a las riquezas, no dar limosna pudiendo y debiendo
Pecados de lujuria: como en el sexto y noveno Mandamiento de la Ley de Dios.
Pecados de envidia: [53.19] haber procurado hacer mal al prójimo por envidia, gozarse del mal de los demás y entristecerse del bien ajeno.
Pecados de gula: excederse en el comer y en el beber.
Pecados de cólera: como en el quinto mandamiento de la ley de Dios.
Pecados de pereza: al levantarse, en el trabajo y en las prácticas de piedad.
Además de lo dicho en el cuarto mandamiento de la Ley de Dios, puede tenerse presente lo siguiente:
Padres, faltas que pueden tener: descuidar la instrucción religiosa de sus hijos. No castigarlos o castigarlos con arrebatos o con castigos desproporcionados. No enseñarles un modo honesto de vivir para más tarde según su posición. Darles demasiada libertad. No prohibirles las compañías que no les convienen. Quitarles la libertad injustamente en lo referente a la elección de estado. No vigilarles acerca de los espectáculos que frecuentan y darles malos ejemplos.
Esposos, faltas que pueden tener: Infidelidad en el afecto y en la honestidad. Maltratar de palabra y de otra manera. Rencor duradero. Uso indebido del matrimonio. Hablar con los hijos contra el otro consorte, desacreditándolo. La esposa puede faltar por desobediencia y por administrar mal la casa. El esposo puede faltas por dar con escasez lo necesario para la vida familiar o por no procurarlo.
Para los patrones, faltas que pueden tener: tratar mal a los trabajadores con severidad y sin caridad cristiana. No darles lo justo, descuidar lo que se refiere a las prácticas religiosas. Exigirles demasiado trabajo. Darles libertad excesiva previendo que van a usar mal de ella. Divulgar sus faltas y dejar a sus hijos que los insulten o los traten con desprecio.
Empleados, faltas que pueden tener: descuidar las propias obligaciones. Ser cómplices cooperando a cosas malas en el seno de la familia. Llevar o traer cartas o encargos para los hijos o hijas contra la voluntad justa de los padres, disponer de las cosas sin el consentimiento de éstos y divulgar las desaveniencias y disgustos de la familia.
Maestros, catedráticos, abogados, jueces, patronos, gobernantes y obreros pueden ver si cumplen con sus deberes si faltan a sus actividades contra la caridad, la honestidad y la justicia.
DOLOR DE LOS PECADOS
Oración:
Oh Señor mío y Dios mío! Dios Santo, Dios justo que aborreces todo pecado, yo pecador, avergonzado con las manchas de mis delitos, me presento ante Ti humildemente a pedirte perdón de mis faltas y que por medio de la confesión te dignes lavarlas con la Sangre de Tu Hijo, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
Oh Señor mío y Dios mío, justo Juez de las iniquidades y conductas de los hombres, que castigas en esta vida o en la otra todo pecado. Yo pecador, que he merecido el infierno y el castigo por mis culpas, me presento humildemente a tu divina Misericordia a pedirte me des la absolución de mis pecados, y me los perdones por los tormentos, pasión y muerte que te ofreció por mí tu Hijo Santísimo que vive y reina contigo y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
PROPÓSITO
Decidirse a enmendarse de los pecados cometidos y a corregirse de las faltas empleando para ello los medios necesarios. Confesar los pecados procurando que la confesión sea íntegra, humilde, sincera y discreta.
Antes de acercarse al confesor decir el Acto de Contrición detenidamente y empezar a confesar diciendo: Bendígame Padre porque he pecado… hace (tanto tiempo) que me confesé…
PENITENCIA
Cumplir cuanto antes la penitencia por el confesor evitando así olvidarse de ella.
INTRUCCIONES PARA EL EXAMEN DE CONCIENCIA.
Pueden anotar para que no se les olvide nada y no se les avergüence nada, por favor, y el pecado que más les avergüence es el que primero deben confesar
1 Cuando el confesor abre la ventanilla haz la señal de la Cruz y di: Bendígame Padre, me confieso a Dios Todopoderoso y a ti, Padre, que he pecado.
2 Di cuando hiciste tu última confesión sin ser preguntado.
3 Di si es posible el número de los pecados mortales, en cuanto a los veniales es voluntario el decir el número
4 Distinguir entre la tentación y el pecado, entre los pecados mortales y veniales, particularmente refiriéndose a los pecados de pensamiento, imaginaciones y deseos impuros. Ellos se convierten en pecados sólo cuando son admitidos deliberadamente, aunque la conciencia nos avisó del peligro y de la obligación de rechazarlos. Se puede explicar las tentaciones diciendo: he tenido pensamientos impuros pero hice lo posible por rechazarlos
5 Al final, si sólo se han confesado pecados veniales pueden incluir algunos de la vida pasada ya confesados arrepintiéndose de ellos. Esto se hace para que haya suficiente dolor para la recepción del Sacramento. Así: me arrepiento de éstos y de todos los pecados de mi vida pasada especialmente los cometidos contra el mandamiento… o contra la virtud de…
6 Si se necesita alguna ayuda se dice simplemente al sacerdote: ¿Puede usted darme algún consejo práctico acerca de tal virtud o cómo evitar este pecado?
7 Cuando se ha dicho el último pecado se dice inmediatamente: Por estos y todos mis pecados estoy arrepentido
8 Aunque no son parte de estas reglas, conviene recordar las siguientes advertencias: Di o cumple la penitencia lo antes posible a menos que se te haya olvidado. Sin embargo no es necesario que la cumpla antes de la Comunión (o sea, puedes comulgar y luego hacer la penitencia que te haya sido impuesta)
De otro librito que no tiene los pecados separados por los Mandamientos:
Pecados contra sí mismo: por orgullo, por soberbia, por avaricia, por envidia, por impureza, esto es por pensamientos deshonestos y voluntarios deteniéndose negligentemente en ellos y teniendo placer ya sea que se desee hacer lo malo que se piensa, ya que no se tiene ningún deseo ya que se mantiene hacia él una simple complacencia. Es necesario decir si tales pensamientos han causado algunos movimientos desarreglados.
Las palabras: diciendo u oyendo con gusto palabras lascivas o de doble sentido. Cantando versos disolutos o dando oído a ellos. Manteniendo conversaciones libres y familiares sobre todo, con sexo diferente o permitiéndolas en aquellos que se deben reprender.
Miradas: Considerando por curiosidad o por sensibilidad malos objetos como pinturas obscenas. Leyendo libros indecentes. Llevando o conduciendo a otros a reuniones criminales o peligrosas. Exponiéndose a las ocasiones de pecar o dándolas a otros como prestar malos libros, llevar vestidos inmodestos y poco cerrados.
En acciones: teniendo o permitiendo sobre sí o sobre otros, libertades sensuales, ósculos lascivos. Tocamientos secretos e infames.
Costumbres: El pecado impuro: entre personas casadas: todo lo que no es permitido entre ellas. Es necesario explicar todo lo más modestamente que se pueda, declarar las circunstancias que mudan o que aumentan el pecado y decir si han empleado o no los medios de deshacerse de una tan criminal y deshonesta pasión. Determinar bien lo que es voluntario e involuntario, lo que es por pura negligencia o por gusto y complacencia en esta materia. El tiempo de los pecados, el tiempo que la costumbre ha durado. Ocasiones que se han dado. Con quién se ha pecado o deseado pecar, sin nombrar personas.
Por gula: comiendo o bebiendo en exceso. Citar a otros frecuentando las tabernas en lugar de estar asistiendo a sus obligaciones. Buscando con qué satisfacer sus apetitos, comiendo sin regla y con sensualidad. Faltando a los ayunos o abstinencias.
Por cólera: dejándose llevar por el despecho y la precipitación sin contenerse. Diciendo palabras injuriosas y maldiciones. Deseando mal a otros. Dándoles ocasión para encolerizarse quejándose, hiriéndoles, perseverando en su rabia, excusándose de perdonar y de contribuir a la reconciliación. Los hijos y los domésticos deben acusarse de los motivos de impaciencia que han dado.
Por pereza: descuidando la frecuencia de los sacramentos, de la oración, de los sermones, de la mortificación de las pasiones, del uso de los medios para corregirse, de no huir de las ocasiones, del mal cumplimiento de las obligaciones; del arreglo, del mal uso de su tiempo, de sus negocios temporales y del cuidado de su eterna salud.
Entonces, como les decía, los libros antiguos son muy difíciles de conseguir, estos libritos. Pero libros que sí se pueden conseguir, que se siguen imprimiendo son libros como éste: “Oraciones de Liberación” para uso de laicos, este es [ ] Tradicionis, del Padre Charles [ ] que se los recomiendo y el libro de Espiritualidad de los seglares de Fray Antonio Royo Marín, este gran teólogo que tiene una amplia explicación sobre la vida del seglar, cómo debemos mantenernos, o sea, desde los principios fundamentales, los sacramentos, la vida, el matrimonio, la vida religiosa, el estado de la virginidad, vírgenes consagradas, si hay vocación; cómo dirigir a los hijos, a los esposos, los medios sacramentales… es muy amplio todo lo que tiene Fray Antonio Royo Marín. Entonces les voy aquí a leer sólo un fragmento porque viene mucha explicación sobre la penitencia.
EL ORDEN LÓGICO DE LOS SACRAMENTOS ES ÉSTE:
Primero el Bautismo, que nos regenera en Cristo y si el cual no puede recibirse ningún otro Sacramento. En segundo lugar la Confirmación que recuerda y corrobora en nuestra almas la gracia bautismal dándonos la energía sobrenatural que necesitamos para confesar y defender valientemente nuestra fe cristiana y en tercer lugar la Eucaristía que alimenta nuestra alma con el Divino Manjar del Cuerpo de Cristo y a la cual se ordenan como a su fin todos los demás sacramentos. Si el Cristiano permaneciera siempre fiel a esta triple gracia sacramental, el sacramento de la penitencia no tendría razón de ser, pero, por desgracia, la flaqueza y debilidad humana es tan grande que el hombre desfallece con frecuencia en el camino emprendido y cae de bruces al suelo. La misericordia de Dios previó este fallo de la miseria humana y proveyó el remedio oportuno para levantarnos de las caídas e incluso para resucitarnos de nuevo a la vida de la gracia si hubiésemos tenido la espantosa desgracia de perderla por el pecado mortal. Tal remedio recibe el nombre de Sacramento de la Penitencia. Es de fe, como ya hemos dicho al hablar de los Sacramentos, que Cristo instituyó los 7 Sacramentos que administra la Iglesia Católica, entre ellos el Sacramento de la Penitencia. El Sacramento de la Penitencia plantea una serie de problemas interesantísimos para todos los cristianos, pero sobre todo para los seglares que viven en medio de las estructuras del mundo, imposibles recogerlos aquí en toda su extensión y amplitud. Pero recurriendo al sistema esquemático, como en otras ocasiones esperamos ofrecer al lector los aspectos más fundamentales en lenguaje sintético, pero suficientemente claro y expresivo.
Contemplemos por un momento la escena de la mujer pecadora arrepentida, llorando a los pies de Cristo, en Lucas 7, 36-50. Le son perdonados sus muchos pecados porque amó mucho, Lucas 7, 47. El arrepentimiento es el acto de la virtud de la penitencia movida por la caridad bajo el influjo de una gracia actual de Dios. No es el simple cambio de vida o mutación de consejo anterior, esto es lo que defendía Lutero: “lo único que vale es una vida nueva, el cambio de parecer y de propósito”. ¿Cuántas veces se han dejado en los pecadores e incrédulos, juicios de reprobación de sus malas acciones y propósitos que no son sino simples movimientos humanos sin tener para nada en cuenta a Dios? La opinión protestante acerca de la naturaleza de la penitencia únicamente como cambio de parecer o de propósito está expresamente rechazada en el Concilio de Trento.”
Y bueno, son bastantes páginas las que tiene la explicación del Sacramento de la Penitencia… he dejado un video bastante largo. Espero haberles ayudado, y también les advierto que va contra la práctica del Primer Mandamiento realizar prácticas de la “nueva era”, prácticas que sean de alguna pseudo religión, y digo “pseudo religión” porque sólo hay una religión verdadera. Entonces si hay prácticas budistas como yoga, decir así, es un pecado mortal realizar yoga, es necesario confesarlo porque se realiza no solamente simple ejercicio, son posiciones de adoración que tienen un fin y que tienen una raíz. Entonces, esa raíz viene de estos orientalismos de adoración a dioses paganos, a deidades. Entonces, si han viajado por el mundo y compraron artículos que son supuestamente de la suerte… que si el Buda… que si la herradura de la suerte, que si el ojito turco, que si la manita de Fátima…, que si…., todos esos artículos son graves. Entonces, ¿qué pasa? Que muchas veces nosotros, por ignorancia, pues adquirimos este tipo de objetos que ofenden a Dios y que permiten el acceso al demonio. Porque muchos de estos artículos están consagrados o si no es que todos esos artículos y prácticas están consagradas a dioses paganos y pues, dice la Palabra de Dios que los dioses de los paganos son demonios. Entonces, pues tener en cuenta que estamos en una guerra espiritual. Que en esta vida el mayor de los negocios que tenemos es ganar la vida eterna. Nos estamos jugando la vida eterna. Entonces: mantenernos en la gracia de Dios, sed santos. El Padre, Dios, nos manda el ser Santos, Dios nos lo solicita, entonces pues Él sabe de nuestra naturaleza, Él sabe cómo caímos, seguimos cayendo, despreciar los Sacramentos que instituyó Nuestro Señor Jesucristo es depreciar a Dios y despreciar la Cruz porque Él pagó un precio muy caro por nosotros para dejarnos estos Sacramentos. Entonces hay que valernos de la gracia de Dios y vamos a dejarlo en esa reflexión: ¿Cómo quién quieres ser, como el buen ladrón que a un lado de Jesús se arrepintió? pidió la gracia. ¿O quieres ser como ese mal ladrón a quien no le interesa: “ a mí no me importa, yo haré lo que yo quiera”. Es algo muy importante mantenernos en gracia de Dios.
Y pues, si puedes hacer llegar este examen de conciencia a alguien que nunca lo haya hecho, pues les recomiendo. Si tienes tus Sacramentos, no sabes de nada y bueno, ya probaste de todo, pues prueba hacer un examen de conciencia, prueba regresar a la Iglesia de Dios, prueba mantenerte en el camino a la salvación. Porque no hay negocio más importante en esta vida que nuestra salvación. Así que bueno, muchísimas gracias a los que llegaron al fin de este video. Intentaré responder algunas respuestas pero yo no puedo dar una dirección espiritual, pero, como les digo hay libros que sí pueden, por si no tienen ningún buen sacerdote a mano pues les recomiendo “Espiritualidad de los seglares” como ya les había dicho, que yo pienso que el Espíritu Santo iluminó a Fray Antonio Royo Marín para hacer este compendio tan amplio… porque yo molesto muy poco a mi director espiritual gracias a este libro… así que bueno, que Dios los bendiga, que la Virgen Santísima los ampare, que San José sea siempre su guía. Recuerden diariamente rezar el Santo Rosario, ir a la Santa Misa, leer las Sagradas Escrituras, la adoración eucarística y confesión nos pide la Virgen Santísima para estos tiempos. Que Dios los bendiga. Muchísimas gracias.
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INTRODUCCIÓN
… viene ya Pascua Florida, así que es obligación para todo hijo de Dios comulgar [y confesar] al menos una vez al año, que yo les diría: comulguen diario por favor, tienen a Jesús y tienen la oportunidad de recibirlo, ¡Háganlo! Pero para los que tienen mucho tiempo sin confesarse y quieren reconciliarse con Dios pues, como sabemos, esta vida sin Dios no tiene ningún sentido. Entonces, para todos aquellos, pueden ver este video, escucharlo, hacer un buen examen de conciencia, también para todos los que quieran hacer un buen examen de conciencia, para los que comulgan a menudo… no nos examinamos como es debido. Entonces pues, bueno, por ignorancia, al no estar en plena conciencia no llegan a ser mortales, bueno, eso hay explicaciones muy buenas, muy muy buenas sobre cómo saber si un pecado fue mortal o no. Pero en este caso yo les voy a ayudar a hacer, a leerles mejor dicho, porque la autoridad moral para esto lo tiene la Santa Iglesia Católica.
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Entonces tenemos un montón de recursos, tenemos… por ejemplo voy a citar del libro: “Espiritualidad de los seglares de Fray Antonio Royo Marín, del libro de “Oraciones de Liberación” del padre Charles [no sé escribir el apellido] de 1939, [muestra otro] este de 1945 y [muestra otro] este es una pequeña joyita porque les voy a leer de qué año es: 1889, esta pequeña joyita, miren el imprimátur con el escudo del Papa León XIII.
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Entonces pues bien, voy a leerles sobre estos exámenes de conciencia desde cómo hacerlos hasta las preguntas, esperando les ayude para que reciban al Señor esta Pascua totalmente limpios porque, a ver, ustedes seguramente se bañarán a diario o al menos cotidianamente. Imagínense si dejaran de bañarse una semana, imagínense un mes… un año, ¿Cómo? ¿Cómo estarían? ¿A qué olerían? ¿Qué pasa? Que cuando dejamos de confesarnos, el pecado mortal va ensuciando nuestra alma. Una manera de limpiar ese pecado, esa suciedad, es reconciliándonos con Dios Nuestro Señor, Él instituyó el sacramento de la Penitencia, dio la potestad a los sacerdotes. ¿Por qué?, pues tenemos los sucesores de los apóstoles. Sigan el linaje y van a llegar a la Santa Iglesia Católica. Es la única que tiene linaje a través del Espíritu Santo… se fueron imponiendo manos y ordenando sacerdotes, entonces tenemos la potestad, los sacerdotes, a nuestro alcance. Es Jesucristo mismo el que está allí, cuando el sacerdote se coloca la estola y está dispuesto a darte el Sacramento de la Penitencia, pues es Jesucristo el que nos está escuchando. Así es que no se preocupen de que digan: “hay, es que hay un sacerdote que tal o tal… “ ellos también son seres humanos como nosotros. Y ellos libran una batalla más fuerte que nosotros porque el demonio es a ellos a quienes más tienta, a quienes más quiere hacer caer es a los sacerdotes, porque cayendo él caen miles de almas. Entonces nosotros en vez de señalar y criticar vamos a orar por ellos y así sea el peor de los peores, pecadores… porque todos somos de los peor. Entonces, sea el peor de los peores, él tiene la facultad de perdonar tus pecados. Entonces, listo, no pasa nada y hablar con un sacerdote todas tus penas… las estás hablando a Jesucristo. [Igual sigan el consejo de Santa Teresa de Ávila: que ya que nosotros tenemos libertad para escoger con qué sacerdotes nos confesamos, que busquemos a los instruidos, ella escribió “sacerdote letrado nunca me engañó”].
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Entonces es algo muy importante que va a limpiar tu alma, va a quitarte el costal de piedras que vas cargando. Entonces si supieran las personas… yo que pasé una vida entera sin conocer esta belleza… es que todo lo que me habría ahorrado. Es que yo que buscaba por todos lados y es que no hay paz más grande que recibir a Dios, Jesucristo en la Sagrada Eucaristía. Y cuando entras al Sacramento de la Confesión es que es impresionante cómo sales de allí. Porque entras con preocupaciones, turbaciones, entras con enojo y hasta con falta de perdón y sales de allí con esa paz, con ese regocijo… regresando a esa pureza de alma.
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