Su fiesta se celebra el 12 de diciembre.
Si se pone un estetoscopio en su vientre, se escuchan los latidos del Niño Jesús, su rostro es bellísimo, de un color marrón claro con un suave brillo, llora lágrimas doradas y de su nariz también sale líquido dorado, tiene una picadura hinchada en la mejilla izquierda porque está haciendo penitencia por los pecados de la jerarquía de la Iglesia (su fecha: 12 de diciembre de 1530, es un acrónimo de la fecha de inauguración de los malditos frescos de la capilla Sixtina. La imagen tiene siempre una temperatura constante, en invierno o en verano, de un ser humano. Sus manos son: una regordeta y marrón y otra más estilizada y blanca representando a las dos culturas en oración como hermanas. Hay hallazgos científicos acerca de sus ojos que son tremendos y la imagen se regenera y no guarda muestras de polvo o insectos a lo largo de estos 500 años. Y hay más datos.