CURACIÓN DEL MUCHACHO LUNÁTICO  (Mt 17, 14-21)
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Y así que llegaron a la turba, se le acercó un hombre, arrodillándosele y diciendo: Señor, compadécete de mi hijo, porque está lunático y padece de mala manera; porque muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua. Y lo presenté a tus discípulos, y no lo pudieron curar. Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh raza incrédula y pervertida!, ¿hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os soportaré? Traédmelo acá. Y le mandó Jesús terminantemente, y salió de él el demonio, y el muchacho quedó curado desde aquel momento.

Entonces, llegándose los discípulos a Jesús a solas, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos lanzarlo? Él les dice: Por vuestra poca fe. Porque en verdad os digo que, si tuviereis fe como un granito de mostaza, diréis a este monte: Trasládate de aquí allá, y se traladará, y nada os será imposible. Ese linaje de demonios no sale si no es con oración y ayuno.

SEGUNDO ANUNCIO DE LA PASIÓN
(Mt 17, 22-23)
Mientras andaban por Galilea, díjoles Jesús: El Hijo del hombre ha de ser entregado en manos de los hombres, y le darán la muerte, y al tercer día resucitará. Y se entristecieron sobremanera.
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El título en mi Biblia es “el muchacho lunático” pero en realidad tenía un demonio. Ahora hay muchos ordenados que no quieren creen en los Evangelios y no quieren creer que existen los demonios y dicen por ej., que “Jesús curaba con una fuerza magnética”, ¡bobadas! El magnetismo se conoce desde la época de los griegos y no cura lo que curaba Jesucristo. O algún sacerdote predica que Santa María Magdalena se convirtió porque Jesús la miró con esa Santa mirada… Jesús mira Santamente con infinita virtud ¡pero de María Magdalena echó 7 demonios!
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Los VERDADEROS exorcistas reconocen que, hoy en día, hay muchas enfermedades que no son naturales sino que está el demonio detrás de eso. Por ej.: en el Evangelio, la mujer que estaba encorvada y no podía ni siquiera levantar la cabeza. Cualquier médico diría que tenía un problema de músculos o en la columna, pero Jesús dijo que tenía “un espíritu de enfermedad”, que “el demonio la había atado”. Y Jesús sí sabe lo que dice, y lo corrobora con obras.
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En el pasaje que leemos hoy, cuando Jesús echó al demonio, el joven recuperó la salud.
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Jesús dijo algo muy fuerte: “¡Oh raza incrédula y pervertida!, ¿hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os soportaré?” Jesús no soporta a los que no creen en Él, ni a los pervertidos. Destruyó Sodoma y Gomorra, dos ciudades de perversión sexual haciendo bajar fuego del cielo (y los arqueólogos encontraron que en la zona donde se piensa que estaban esas ciudades hay minerales en el subsuelo que están derretidos, y que sólo se derriten en temperaturas extremas). Dios es justo, Ntra. Sra. de las Rosas nos dice que Dios les dio a esas ciudades muchos avisos, pero que no se convirtieron. También destruyó, por medio de los romanos a Jerusalén y el Templo y no les envió ya más profetas, porque lo rechazaron,  lo odiaron y encima perseguían a muerte a la Iglesia. Y eso que la pasión y muerte de Jesucristo estaba anunciada en el Antiguo Testamento. 
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También destruyó el imperio romano, que no se había convertido sinceramente sino que se hicieron bautizar porque el emperador se había hecho cristiano, y la Santa Religión y la cultura y la ciencia se conservaron en los monasterios que luego convirtieron a los bárbaros invasores… Todos los pueblos tienen religión (salvo los comunistas que son una invención moderna del demonio) porque Dios nos creó y la mayoría de los hombres sienten el llamado de Dios dentro, pero si ahora mueren sin creer que Jesucristo es Dios, van al infierno, porque oportunidades de conocerlo y seguirlo, tuvieron, si lo rechazan como lo han rechazado los judíos, tienen el mismo castigo: condenación eterna.
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Y lo peor de la incredulidad es que la Iglesia está llena en un 80% de incrédulos (judíos mesiánicos) que no creen que Jesús es Dios y no creen en la Presencia de Jesús en la Eucaristía (¡y eso que hay muchos Milagros Eucarísticos, estudiados por la ciencia, que reconoce que son milagros!), esa sinagoga de satanás quiere destruir la Iglesia y Jesús no lo va a permitir, antes va a purificar Su Iglesia y el mundo con mucho dolor para todos en el mundo.
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Los judíos mesiánicos quieren destruir la estructura de la Iglesia como Dios la fundó y hacer unas especies de asambleas de parroquianos que tengan más poder que el Obispo, eso no es la Iglesia de Cristo. Tampoco creen en la Eucaristía y comulgan sacrílegamente en la mano pensando que participan de un “sacrificio de comunión” como había en el Antiguo Testamento. Se van al infierno de cabeza.

Esa gente ataca a Dios mismo en Su Casa, y a los que Dios más ama: los niños, con la educación sexual y la ideología lgtbi en los colegios ¡aún en los colegios católicos! Y Dios no va a permitir eso por mucho más tiempo. 

Si la gente se convierte a la Santa Tradición, si echan la caja del demonio (la TV) de sus casas, si los niños y jóvenes son educados según la Santa Moral, Santa Doctrina Católica, según la Santa Tradición, si hay una completa reversa de todas las costumbres que ofenden tanto al Padre (aborto, homosexualidad, libertinaje sexual, mujeres casadas descuidando las almas de la familia para pasarse el día fuera trabajando…) si se vuelve a la salud espiritual… entonces Dios no castigaría a esta civilización.

“Generación incrédula y pervertida”. La Iglesia y la educación de los niños llenos de satanismo. Mal.

Este pasaje de la Biblia lo comenté el día 22 de julio, fiesta de Santa María Magdalena. Y es una enseñanza de parte de Dios la coincidencia, porque ella estaba en una situación desastrosa (como está la Iglesia y la educación de los niños ahora) tenía 7 demonios que es un número que significa completitud. ¡Pero Dios la salvó!!!! Si nos convertimos a Nuestra Sra de las Rosas, si hacemos méritos, Dios salva a la Iglesia y nos da paz, bien, bendiciones… Y este pasaje de la Biblia lo comenté en inglés el 25 de julio, día de Santiago Apóstol. Cuando España estaba invadida por el islam, un grupo de valientes en Asturias, comandados por Don Pelayo, empezaron a luchar para reconquistar España, años más tarde, en una zona extrañamente iluminada por estrellas, en Galicia, un noble cavó la tierra y se encontró con el sepulcro de piedra de Santiago Apóstol, que extrañamente había llegado hasta la tierra que había evangelizado en vida, entró por Galicia, bajó a Madrid y terminó en Aragón, donde la Virgen lo visitó estando en vida mortal, viajando sobre un pilar, que se mantendrá allí hasta el fin del mundo. Al ver el sepulcro de Santiago se llenaron de alegría y más cuando, en las batallas, aparecía Santiago con ejércitos de ángeles que no sólo amedrentaban a los moros sino que los mataban dando la victoria a los católicos. Fueron alrededor de 700 años de lucha contra el invasor, pero España se liberó y enseguida convirtió a casi todo el continente Americano. Otra señal de que si nos mantenemos firmes, tendremos toda la ayuda del cielo para ganar a las tinieblas, las que se infiltraron en la Iglesia, y en el mundo.
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La Iglesia no obliga a creer en las apariciones de la Virgen, pero hay que creer en los Mensajes de Nuestra Sra de las Rosas porque en ellos aparece Jesús, en casi todos. Y a Jesús no se lo puede rechazar porque es Dios (los buenos católicos tampoco rechazan a la Virgen Santísima). No podemos ser incrédulos ni pervertidos. Desde los primeros libros del Antiguo Testamento Dios nos manda ser santos, porque Él es Santo (Levítico 11,44)
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También leemos hoy que Jesús nos dice que si tuviéramos fe como un granito de mostaza, nada nos sería imposible. Y uno diría ¡qué bien, voy a poder hacer de todo!!!! Pero no, en el pasaje siguiente leemos que Jesús anuncia por segunda vez Su Pasión, como ya explicamos antes, hemos pecado y el camino al Cielo es con cruz para penitencia y santificación (mínimo sacrificio y oración), porque Dios es Justo, ama la justicia y no se traiciona a Sí Mismo.

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