MANDAMIENTOS SÉPTIMO Y DÉCIMO
SEPTIMO Y DÉCIMO MANDAMIENTOS
No hurtar – No codiciar los bienes ajenos
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RELIGIÓN – 5TO CURSO – LA MORAL CATÓLICA – Ed. Luis Vives.
Lección 22
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259. Lo que se manda en estos mandamientos.- Con estos dos mandamientos nos manda Dios respetar el derecho del prójimo a los bienes de fortuna, y guardar la justicia en todo lo que mira a la hacienda de los demás. Su cumplimiento es la salvaguarda de la justicia y del derecho de propiedad, y el fundamento del orden, de la paz y del trabajo sociales.
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También va involucrada en ellos la obligación de pagar las deudas, dar justo jornal a los operarios, inquirir del dueño de lo hallado, y –en caso de infracción- restituir cuanto antes lo robado y reparar los derechos vulnerados y los daños causados.
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El décimo mandamiento manda, además, que cada uno se contente con el estado en que Dios le ha puesto y sufra con paciencia y resignación la pobreza, cuando el Señor le quiera en ese estado.
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“El cristiano puede estar contento, aunque esté en estado de pobreza, considerando cuán sumo bien es la conciencia pura y tranquila; que nuestra verdadera patria es el cielo y que Jesucristo se hizo pobre por amor nuestro y tiene prometido un premio especial a cuantos soportan la pobreza con paciencia” (V. Muzzatti). [Estos 3 puntos que siguen son un poco pesaditos por lo legalistas, y uno diría que están bien para que haya leyes que fijen claramente los derechos contra ideologías como el comunismo. Pero las buenas leyes no sirven si la sociedad no está unida a Cristo. Acá la Constitución prohíbe el aborto y los hijos del demonio aprueban lo que se les da la gana, sociedad que simula ser católica, pero son el 99% mentirosos. Las desgracias que se vienen sólo se detienen con verdadera santidad de cada uno. Si no estamos en estado de gracia, unidos a Jesucristo, no se mantiene ningún bien leer el Santo Evangelio de Jesucristo según San Juan 15, 5.]
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260. La justicia, su objeto y sus clases.- Justicia –en sentido estricto- es la virtud moral que nos inclina a dar a cada uno lo suyo.
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El objeto de la justicia se llama derecho, en sentido estricto; y es lo que por alguna razón se debe a otro para su utilidad.
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Hay tres clases de justicia: la conmutativa, la distributiva y la legal. Algunos admiten la justicia vindicativa, pero ésta se reduce a la distributiva y a la legal. Aquí nos interesa la justicia conmutativa, es decir, la que nos inclina a respetar los derechos de los demás.
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La justicia distributiva induce a los gobernantes a distribuir equitativamente los empleos y cargas entre los ciudadanos. La justicia legal inclina a los ciudadanos a obedecer a las leyes de la nación, en atención al bien común, y obliga a los legisladores a dar leyes justas. La justicia vindicativa obliga al juez a castigar al reo conforme a su culpa, y al delincuente a reparar las injusticias cometidas por los medios que la autoridad legítima ordena.
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Existe también la justicia social que regula las relaciones entre patronos y obreros, en cuanto van vinculados a un gremio, profesión u oficio y exige a cada uno todo lo que es necesario para el bien común.
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[Todos estos derechos humanos se deben basar en la Ley de Dios, que es perfecta, y eso lo apreciamos a la Luz de la Enseñanza de Jesucristo, Dios hecho Hombre. Las relaciones entre patronos y obreros están dadas por Dios a través de la Doctrina Católica y no dependen de sindicatos.]
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261. El derecho, su objeto y división.- Derecho es la facultad moral e inviolable de una persona para hacer, poseer o exigir algo. En sentido pasivo significa lo justo, y considerado activamente equivale a dominio.
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El objeto del derecho es el mismo hombre: su vida, la conservación de sus miembros, su dignidad, su libertad; o todo lo que le pertenece fuera de sí: la hacienda, la honra, la estimación, etc.
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Hay dos categorías principales de derecho: en la cosa (in re), y a la cosa (ad rem). El primero da dominio perfecto; el segundo, imperfecto.
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El derecho en la cosa es el poder legítimo que uno tiene sobre un objeto suyo o en una cosa adquirida: es el dominio perfecto o dominio real de la cosa.
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El derecho a la cosa es el poder legítimo que una persona tiene para que una cosa llegue a ser suya, ya porque se la han prometido, ya por apuesta o por otro motivo; por ejemplo, una herencia.
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262. Derecho de propiedad.- El derecho de propiedad o dominio consiste en la facultad legítima de disponer de un objeto como propio, dentro de los límites de las leyes humanas y divinas. Es el libre uso completo de los bienes materiales propios, con poder para no permitir que otro los use.
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Son objeto del derecho de propiedad los bienes que de hecho o de derecho pertenecen exclusivamente a una persona.
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La propiedad no restringida por ley humana alguna tiene tres caracteres:
1º el dueño puede disfrutar de ella enteramente;
2º nadie puede estorbarle ese disfrute;
3º puede vender, consumir o legar el objeto que tiene en propiedad.
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Sin embargo, la ley divina prohíbe al propietario abusar o usar a su antojo de sus bienes propios, porque si la riqueza tiene un fin individual y próximo en favor del que la posee, también tiene un fin social y remoto a favor de los necesitados; pues los ricos no son más que los administradores de los bienes que Dios les da, y así no les está permitido gastarlos en lujos inmoderados y actos pecaminosos, mientras hay tantos menesterosos en la sociedad (León XIII y Pío XI).
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263. Origen del derecho de propiedad.- El derecho de propiedad tiene origen divino y es cosa sagrada. Es tan antiguo como el hombre. Concediolo Dios a nuestros primeros padres cuando dijo: “Llenad la tierra; sometedla y dominad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, y sobre todo cuanto vive y se mueve sobre la tierra” (Gén., I, 28)
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[Cuidado, ya que la verdadera Palabra de Dios es:
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Y los bendijo Dios y díjoles: “Procread y multiplicaos y llenad la tierra y sojuzgadla y dominad en los peces del mar, y en las aves del cielo, y en todo animal que bulle sobre la tierra.”
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Por lo tanto, cuidado con los fertilizados in vitro y transgénicos, que son creaciones del hombre y el hombre será responsable de controlar eso y ya se puede ver que no puede, principalmente porque está jugando con la vida y será castigado, porque eso es traicionar a Dios. Ya los cultivos transgénicos se demostraron malos para la salud, la fertilidad de quien los consume y que no evitan las plagas, al contrario, las malezas se hacen más resistentes. Y además son estériles, el campesino queda a merced de los precios que fijen los laboratorios cada año, provocan esclavitud. Y en cuanto a los humanos fertilizados in vitro… el hombre cosechará su siembra de satánica arrogancia
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Examinen los Mensajes de Nuestra Señora de las Rosas, María Auxilio de las madres. Roguemos a Dios para que los Mensajes originales estén disponibles para todos, mientras tienen algo (que cada vez está más acortado y adulterado) en www.tldm.org/Spanish/messages/messages.htm ] -- Ese dominio es consecuencia natural del derecho a la vida, y es necesario para que cada uno pueda atender a las necesidades propias y domésticas.
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Precisamente porque el derecho de propiedad es algo sagrado y necesario, protégelo Dios nada menos que con dos mandamientos: el séptimo y el décimo, como de antemano, para salvaguardarlo mejor, prohibiendo hasta los deseos ilícitos y la codicia.
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En el terreno del dominio o derecho de propiedad hay dos escuelas antagónicas: la católica y la anticristiana.
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264. Doctrina católica acerca del derecho de propiedad.- El derecho de propiedad es una realidad: todos los hombres son capaces de dominio, al menos, radical. Prueba evidente de ello son los dos mandamientos que Dios ha establecido para hacerlo mejor.
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La doctrina católica se base principalmente en las verdades fundamentales siguientes:
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1ª Dios es el único Señor verdadero absoluto de todas las cosas, porque sólo Él las ha creado y las conserva: “Del Señor es la tierra y todo cuanto la llena, el orbe entero y cuantos lo habitan” (Salmo XXIII, 1). El hombre sólo puede ser dueño en cuanto Él se lo permite, como lo hizo con Adán y Eva: “Dominad sobre todo cuanto vive y se mueve sobre la tierra” (Gén., I, 28) [Esta cita ahora ya tan resumida, que ya la pusieron por segunda vez, me parece hasta peligrosa, el verdadero versículo del Génesis 1, 28 dice: Y los bendijo Dios y díjoles: “Procread y multiplicaos y henchid la tierra y sojuzgadla y dominad en los peces del mar, y en las aves del cielo, y en todo animal que bulle sobre la tierra”.
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No dijo TODO cuanto VIVE y se MUEVE SOBRE la tierra. Por más que el enemigo intente cambiar las palabras impresas, la Palabra de Dios está por encima de todo y siempre se cumple.]
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2ª El hombre puede ser propietario respecto de otros hombres, pues nada se opone a ello (Encíclica Rerum Novarum). Así, el señor que paga a su siervo es dueño de sus servicios; y esto no lo prohíbe Dios, ni repugna al hombre, ni a su honra. Todo hombre es dueño de sus obras y puede enajenarlas por un tiempo o para siempre. Mas entiéndase bien que aquí no se trata del dominio de propiedad, sino del de utilidad. [A esto le falta hilar muy fino para que termine sonando bien]
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3ª Por derecho natural, todo hombre que por medios legítimos hiciere suyos cualesquiera bienes, adquiere sobre ellos un derecho inviolable. Lo confirma la Sagrada Escritura: “No robarás. No desearás el bien de tu prójimo…, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada de cuanto le pertenece” (Ex., XX, 15 y 17)
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[En realidad las citas bíblicas son:
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No hurtarás. (Éxodo 20, 15) No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás su mujer, ni su siervo, ni su criada, ni su toro, ni su asno, ni nada de lo que pertenece a tu prójimo. (Éxodo 20, 17).
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En ese último versículo se resumen el noveno y décimo Mandamiento.
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Ya se aclaró en este mismo punto que los sirvientes, criados etc. no pertenecen a otro como seres humanos sino que sólo enajenan la utilidad de su trabajo. La esclavitud se prohibió en la Civilización Occidental y Cristiana pero lamentablemente continúa en algunos países de Asia y y África. Y acerca de la dignidad de la mujer, leemos en el Génesis que Dios formó a Eva para darle a Adán una AYUDA SEMEJANTE, y que el varón se unirá con su mujer formando ambos una sola carne. Al ser una ayuda, siempre está subordinada al marido.]
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Hay, además, otros principios generales muy comunes por su aplicación: por ejemplo, estos tres: Las cosas claman por su dueño, fructifican para su dueño, y perecen para su dueño; es decir, que una cosa que no está en poder de su dueño debe volver a sus manos; que el que es dueño de una cosa también lo es de lo que produce, y que si una cosa perece, la pierde el dueño y no puede reclamar nada, a menos que perezca por culpa de otro, en cuyo caso el culpable debe reparar el daño.
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[Recordar que todo le pertenece a Dios, incluso el mencionado dueño, y que todo deber ser usado para Gloria de Dios]
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No es lícito enriquecerse con cosas ajenas, contra la voluntad justificada del dueño.
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“Para los extremistas, la única medida verdaderamente eficaz (para arreglar la cuestión social) es la de la expropiación, que arranca de las manos patronales, para ponerlo en las del Estado, el instrumento productivo del que abusan. Es un pseudorremedio que, aunque castigue a los explotadores, deja a los explotados donde y como estaban, o peor todavía.
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“Los (gobernantes) más sensatos siguen otros caminos. No tratan de destruir la empresa privada, que consideran imprescindible, sino de transformarla paulatinamente, a través de diversas reformas que lleven a los obreros a una participación y responsabilidad efectiva en el proceso productivo. Los católicos van en esta dirección” (J. Goenaga).
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[Me parece que es otro traspié de este capítulo. Si el dueño de una empresa manda, manda. Y los demás obedecen y punto, y tienen que tener la libertad de irse y ser elegidos en otra empresa de acuerdo a sus capacidades y no sufrir que los subalternos del otro dueño elijan solamente para los empleos a sus correligionarios gangsters e inútiles, que encima son contratados por esos los subalternos para hacer quebrar la empresa al dueño y que la compre por moneditas otro individuo perteneciente a la colectividad de gangsters.
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Si los obreros quieren participación en las decisiones, que creen su propia cooperativa.]
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Hasta ahora, “nadie ha presentado un programa social que supere a la Doctrina de la Iglesia. (Pío XII). -- [Leer Mat. 6, 19-21.
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Jesucristo no dice que no podemos tener cosas en propiedad ni provisiones, dice que eso no sea nuestro tesoro, obviamente tenemos que usarlo siempre para agradarle a Él, que no haya “adherencias”… es extraño que se haya empezado por amor a las riquezas, y se hayan olvidado de Dios y ahora la gente parece que viviera como en una extensión de los aparatos electrónicos y los enemigos les quieren cambiar el ADN pegotéandoles porquerías con una vacuna mentirosa. Mientras les han robado el derecho a la vida del niño desde el momento de la concepción, la pureza de los niños por el adoctrinamiento en el colegio, el derecho a los homosexuales confundidos a sanarse… etc.
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Al leer este capítulo de catequesis que escribió alguien muy interesado en la propiedad, parece que uno se queda con sed de la Doctrina de la Iglesia. De todos modos, los satánicos se justifican en las tergiversaciones que ellos hacen de las Palabras del Evangelio para robarnos, ej. si tenemos dos cosas iguales, fijo que nos roban una, “que dé una al que no tiene”, y si tenemos algo color rojo… piensan que les pertenece eso y lo que eso pueda contener. En su conciencia saben que está mal, pero disfrutan desobedeciéndola, y luego caen en miseria y son capaces de las peores aberraciones por desesperación y envidia.]
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265. Teorías anticristianas acerca de la propiedad.- Son teorías anticristianas y enemigas del derecho de propiedad las socialistas y las comunistas. Para conseguir su fin, optan los comunistas por los medios más violentos, mientras los socialistas los suavizan y moderan de alguna manera para no exacerbar demasiado los ánimos, pero tanto éstos como aquéllos van a parar a lo mismo: abolición completa de la propiedad privada y formación de un patrimonio común que sea administrado por los municipios del Estado, a fin de que desaparezca toda distinción entre ricos y pobres.
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Ambos sistemas son injustos, absurdos, falsos, impíos, desastrosos y en extremo perjudiciales a la sociedad.
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a) Son injustos, pues según ellos habría que despojar a los actuales propietarios de las tierras y bienes que adquirieron con tantos afanes y sudores, o que recibieron de sus padres y abuelos como herencia sagrada llena de gratos recuerdos de familia.
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[La sinagoga de satanás y los individuos que trajeron desde Paquistán en el siglo XV a la Península Ibérica (justo 8 años luego del descubrimiento de América, tiempo suficiente para enseñarles el idioma, para que les hagan el trabajo sucio de secuestrar y robar mientras ellos se hacían pasar por católicos y se infiltraban en la Iglesia y nuestras familias), piensan que les pertenece todo lugar donde pisen sus pies, y por lo tanto piensan que no roban porque dicen “lo que se hereda no se roba”, eso es claramente una desviación mentirosa de una mala interpretación del Antiguo Testamento, sus deseos de justificar robos y asesinatos están claros, su base está podrida y su fin es el horror eterno ya que la única interpretación válida de la Biblia la da la Santa Tradición Católica. Tampoco entienden Ezequiel 34 y piensan que ellos son hombres y nosotros ovejas, por lo tanto que pueden “quitarnos la lana, los corderitos” etc.
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“Para ser exactos tendríamos que decir que los gitanos llegaron por estas tierras, antes de que España fuese España. Pues los primeros datos fiables se fechan en el siglo XV, cuando tanto Castilla como Aragón vieron con asombro la llegada de una serie de familias completamente exóticas para la época y cuya identidad no está del todo clara”. . “Así, la pragmática de Madrid de 1499 los obligó a abandonar la vida nómada. La legislación daba a los gitanos un plazo de dos meses para su integración”.
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Obviamente, se necesitaba mano de obra para conquistar América por lo bajo, la infiltración de las tinieblas dentro de la Conquista. Se fueron los hijos del demonio y sus servidores “under”, en su mayoría, a América, y entonces España tuvo su Siglo de Oro. Esa gente desarraigada, de la que no se sabía su composición familiar ni de dónde sacaban esos niños que estaban siempre llorando… ahora son ellos mismos en su mayoría clones que crían clones en sadismo, y siguen atacando la sociedad haciendo desaparecer la gente decente o cambiándola por clones. No poseen nada ya que siempre roban pero son esclavos de su organización piramidal y en su envidia están haciendo un movimiento ahora en este país para acabar con las herencias, algunos ya escriben sobre dos adolescentes huérfanos de un artista famoso: “¡ellos van a heredar millones y no trabajaron en su vida!”, están llenos de envidia y no soportan que nadie tenga cosa alguna, ni siquiera que se alegre lo mínimo con el cariño de su familia o algo lindo que posea. Atacan en grupo a adolescentes sólo por envidia, en un caso en Argentina una adolescente era atacada por sus “compañeras” porque decían que “se hacía la linda”, envidian todo, la familia se tuvo que mudar a las orillas de un arroyo en el campo, para vivir en una tienda de campaña, lejos de esos adolescentes, en otro municipio, y el dueño del campo los dejó pero estaba temeroso de que entonces se llenara de más acampantes. La gentuza pudre la sociedad desde la base. La sinagoga de satanás son los que también promueven la depravación, los sacrilegios, etc. por medio de sus sirvientes/esclavos a quienes crían en la incultura y en promesas vanas de riqueza. Es el demonio el que guía a esos grupos y crían niños en el horror, que luego se vuelven monstruos sociales ej. nazismo y comunismo.
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Siguiendo con el tema de los sistemas de propiedad contrarios a la Iglesia:]
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b) Son absurdos e imposibles de llevar a la realidad, por cuanto sería preciso para ello que todos los hombres tuviesen igual talento, ciencia, y virtud; igual salud, fuerza y robustez; igual laboriosidad y espíritu de economía. ¿Cómo se igualarían tontos y listos, sabios e ignorantes, trabajadores y perezosos, santos y viciosos? La sociedad humana necesita distintas clases sociales: unos para mandar y otros que obedezcan, unos para enseñar y otros para aprender. Cada uno ha de ocupar su puesto según su capacidad, y entre todos debe haber unión y ayuda mutua.
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[Ya sabemos cómo quieren igualar “santos y viciosos”: obligando a las familias a llevar al colegio a sus niños para que los perviertan; “sabios e ignorantes”: destruyendo los planes de estudio de las universidades y colegios como hicieron acá, y contratando gente de su colectividad para que dicte clases cuyo contenido ignoran y dando calificaciones de “sobresaliente” a los burros de su colectividad; “sabios y perezosos” acá siempre se dijo que si alguien se destaca un poco “le tiran a matar”; “unos para mandar, otros para que obedezcan”: ya la mayoría de la gente son clones sin preparación ni bagaje de experiencia de vida, que los ponen en puestos (llámese de la Iglesia, o el Estado, o la Educación o las familias) para que hagan la voluntad pútrida de los planificadores de un solo mundo. El problema es que para esos esclavos de la pirámide es muy fácil tener nuevos prosélitos, siempre hay gentuza criada como animalitos sin educación (y ahora como cosas, son bebés que ni saben sonreír porque no les dieron el mínimo cariño) adoctrinada de nuevo en las mismas idioteces que se demostraron dañinas, esa gente está criada en núcleos dominados por la sinagoga de satanás.]
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c) Son falsos por ser contrarias sus teorías al derecho natural, y porque el trabajo no es el único medio de adquirir dominio, como pretenden los socialistas y comunistas.
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[Es que ni eso, porque en el comunismo todos trabajan esclavos por una miserable subsistencia, no adquieren dominio.]
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d) Son impíos, ya que niegan la providencia de Dios en el gobierno de la humanidad, y pretenden saber más que Él al querer derrocar el orden establecido por su divina Sabiduría.
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e) Son desastrosos y en extremo perjudiciales a la sociedad, como se ha visto donde hicieron ensayos, y como se ve aún desgraciadamente en las repúblicas socialistas soviéticas de Rusia y sus afines subyugados bajo la férula de la esclavitud.
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[El problema es que la gente en tinieblas morales nunca aprende. En la revolución comunista se les dijo que iban a ser “todos Zares” y vieron que terminaron esclavos. Luego les dicen que la están pasando mal porque todavía existe Occidente...]
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Desaparecido el aliciente del trabajo remunerador y del medro en riqueza, cada uno procura hacer lo menos posible, y aún violentándose, por miedo al látigo: es régimen de esclavos. Aún los más laboriosos, con tal sistema, seguirían la ley del menor esfuerzo. El pueblo trabajará y los repartidores se llevarían la mejor parte de los frutos de sus labores. Sería medio eficaz para acarrear la miseria universal, como sucede en Rusia, donde el hambre y la miseria más espantosa vienen causando millones de víctimas.
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[Es un sistema condenado desde el principio y sus ramas son idiotas, por ej. leí que luego de Gorbachev, un tipo que tenía algo de dinero, le compró a su hijo una bicicleta en un pueblo de Rusia. Los vecinos la destruyeron enseguida a golpes porque “tenía más que los demás”, así que no sólo empiezan con “todos esclavos del régimen para tener su miserable mal vivir” sino que “nadie tenga más que eso”, aún en una pseudo democracia. Y se la pasaban envidiando a Occidente por las películas que veían sobre la manera de vivir en América y luego empezaron a infiltrar primero sus pecados (divorcio, aborto, homosexualidad) y cuando la cosa está podrida en lo básico que es el espíritu, ya nos obligan a tener leyes contrarias a la moral, Constitución, etc.
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Había buenas leyes en América y España, por ej.; pero el satanismo de tantos individuos que las van destruyendo por buscar una alegría malsana, una alegría en tener cosas, o en el libertinaje, y como no la encuentran y se pudren más, terminan haciendo aberraciones destructivas de todo bien. Se la pasaron envidiando la Iglesia, se infiltraron, y terminaron no consagrando Rusia aún en la IIGM. Hay que recuperar santidad en el vivir según la Santa Tradición y ser fieles a Dios (no a los traidores, no importa las consecuencias) permaneciendo en la Iglesia. La única vía es examinar los Mensajes de Nuestra Sra de las Rosas.]
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266. Ventajas y conveniencia de la propiedad.- La propiedad no es un robo, como pregonan los socialistas, sino que es un derecho de gentes. La autoridad de una nación puede –eso sí- proceder equitativamente, mediante compensación, a nueva división de grandes propiedades y latifundios, si así lo exige el bien común, pues las pequeñas propiedades son ventajosas para la sociedad; porque el terrateniente cultiva lo suyo con mayor esmero y aplicación que lo ajeno, por la cuenta que le trae, y el gozo útil y deleitable de su obra. La división de la propiedad estimula las actividades y el ingenio, por el provecho que tiene en vista, y favorece el buen concierto entre los ciudadanos.
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[Antes había leyes anti monopolio, ahora todas las empresas grandes se comen a las pequeñas y medianas, y encima desde países vecinos engullen a las del otro país. Ya todo es un engendro mundial que produce bienes de pésima calidad, o venenosos para la salud y no les importa, porque no hay competencia. Examinen los Mensajes de Nuestra Sra. de las Rosas, si no los obedecen bien uds. como personas son también engullidos en la maquinaria clónica.]
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267. Modos de adquirir la propiedad.- De diversas maneras se puede adquirir el derecho de propiedad o dominio de una cosa:
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1º Por mera ocupación, con ánimo de adquirirla para sí, cuando la cosa no es de nadie, ni su adquisición está prohibida por ley alguna, pues no se viola ningún derecho, y se usa del que Dios ha dado al hombre.
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2º Por invención o hallazgo de algún tesoro escondido desde tiempo remoto, sin que haya memoria de su dueño; de cosas perdidas involuntariamente por su dueño, cuando se ignora quién sea, o no hay medio de hallarlo [ahora hay la oficina de cosas perdidas]; y de bienes vacantes, oriundos de propietario intestado y carente de herederos legítimos, ajustándose a la ley.
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3º Por prescripción. De suyo y en conciencia, contra un derecho verdadero no se prescribe nunca; pero el derecho positivo de cada nación señala un límite de tiempo, pasado el cual, la cosa se queda en posesión tranquila de quien empezó a disfrutarla de buena fe, o se libra de una obligación. El Derecho Canónico la reconoce en el fuero interno cuando está revestida de todas las condiciones legales.
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4º Por accesión, es decir, cuando de un acosa del dueño procede otra o a ella se añade, lo cual puede suceder por nacimiento (corderos, árboles, etc.), por aluvión lento, pero no repentino; por adjunción, si un río añade terreno a una propiedad, etc.
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5º Por contrato o convenio entre dos o más personas, como las compras, donaciones, intercambios, etc. -- 6º Por trabajo o actividad personal que da derecho al salario, o se adquiere propiedad artística, industrial, intelectual, etc.
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7º Por sucesión, mediante la cual una persona hereda o recoge los bienes o derechos de un difunto.
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268. Lección práctica.- Bienaventurados los pobres de espíritu –dice Jesucristo-, porque de ellos es el reino de los cielos (Mat., V, 3). Muy pobre de espíritu puede ser un rico, por eso no prohíbe Dios poseer riquezas. Lo que no quiere es que peguemos a ellas el corazón, sino que las utilicemos para su gloria y servicio, y para nuestra salvación. El rico es el administrador de la Providencia; de lo que le sobra deber repartir entre los menesterosos, conforme al consejo [¿sólo “consejo”???] de Jesucristo: “Yo también os digo: granjeaos amigos con esa riqueza de iniquidad, para que cuando os venga a faltar, os reciban en las moradas eternas” (Luc. 16, 9). “La mano del pobre es el gazofilacio de Dios”.
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[Gazofilacio: Lugar donde se recogían las limosnas, rentas y riquezas del templo de Jerusalén. Muy judaica la expresión, pero la Iglesia hizo hospitales y los santos curaban a los pobres, a veces chupando las llagas pestilentes que nadie quería curar. El primer mega hospital donde los enfermos estaban en salas separadas por sus distintas afecciones lo hizo San Basilio, obispo OBVIAMENTE CATÓLICO de Cesarea (330-379), la gente tan “agradecida” de que alguien cure a sus enfermos que ellos no querían cuidar lo llamaba “La Basilíada”. Y los hijos del demonio que disfrutaron los esfuerzos de los católicos para construir lo mejor de esta civilización, mientras se la pasaban “chupándole la sangre” y luego robándole a la Iglesia por herejías o cismas, en una enciclopedia electrónica que empieza con Wiki... lo nombran como santo de la iglesia griega, padre fundador de la ortodoxa, padre capadocio y al final... "también" como Santo y Doctor de la Iglesia Católica y no se olvidan de nombrar que está en el calendario de los luteranos (!!!!).]