SEXTO Y NOVENO MANDAMIENTOS

26 Sep

SEXTO Y NOVENO MANDAMIENTO
No fornicar – No desear la mujer de tu prójimo

Lección 20 de La Moral Católica – Religión 5to. curso – Editorial Luis Vives.

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231.- Lo que nos manda en estos mandamientos.- En estos dos mandamientos nos ordena Dios que seamos puros y limpios en pensamientos, deseos, palabras, obras y miradas, es decir, que guardemos la virtud de la castidad, cada uno según su estado [soltero, casado, religioso…], tanto en lo interior como en lo exterior.

[Parece una cosa trivial, pero ya es y va a ser CADA VEZ MÁS VITAL en la oscuridad que se acentúa.]

En este aspecto positivo, estos dos mandamientos nos obligan a respetar nuestro cuerpo, templo del Espíritu Santo y morada de la Santísima Trinidad, según enseñanza de nuestro divino Redentor: Cualquiera que me ama, observará mi doctrina y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos mansión dentro de él (S. Juan, XIV, 23).

[La verdadera versión es:

Respondió Jesús y díjole: Si alguno me amare, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y a él vendremos, y en él haremos mansión. (Santo Evangelio de Jesucristo según San Juan 14, 23).]

232.- La virtud de la castidad.- La virtud de la castidad es una disposición del alma que se manifiesta por una voluntad inquebrantable de abstenerse de todos los placeres ilícitos de los sentidos y de la carne, es decir, de todos los pensamientos, delectaciones, deseos y acciones prohibidas por los sexto y noveno mandamientos.

La palabra castidad viene de castigo, porque la rebeldía natural de la concupiscencia ha de ser enfrenada y domada por la razón con privaciones, penitencias y mortificaciones.

[Concupiscencia: deseo de bienes terrenos y, en especial, apetito desordenado de placeres deshonestos.]

“El cuerpo, que es el compañero inseparable del alma e instrumento para ésta de salvación o condenación, debe estar sometido a la parte superior del hombre, es decir, a la voluntad; y ésta a Dios. El cuerpo es la morada del alma de quien recibe la vida y para quien es, ¡cuántas veces!, un mal compañero, un siervo desleal, un traidor que la arrastra a la muerte por el pecado. Su origen es un poco de barro amasado y organizado por la omnipotencia divina que hizo de él una obra maestra. Su fin está en la gloria entre los ángeles del cielo a cuya naturaleza se asemejará de alguna manera cuando resucite glorioso de entre los muertos” (L Ramírez)

[Quede claro que el fin del cuerpo depende del estado del alma que alberga en el momento de morir. Leer S. Juan 5, 26-29 y Daniel 12, 1-3.

“Aquel que se salva, sabe y el que no, no sabe nada. En esta vida prestada do bien obrar es la llave, aquel que se salva, sabe, el otro no sabe nada.” Estas sentencias ya debían estar formuladas de esta forma en tiempos muy antiguos, ya que las encontramos en el folclore de España y de todos los países latinoamericanos con ligeras variantes”.

Y nos enseña Jesucristo que primero hay que obrar (cumplir) y luego enseñar. Todo, hasta los considerados mandamientos insignificantes. Los desobedientes de siempre tienen mil normas chifladas como: empezar con el pie derecho; tocar madera; si se piensa: así sucede; todo vale en el amor y la guerra; todo el mundo y la gente les pertenece porque lo heredaron… Pero hay que leer la Biblia y meditar y tener mucho silencio en nuestra vida para conocernos a nosotros y las enseñanzas que Dios nos ha puesto en nuestra existencia. Lean los Mensajes de Nuestra Sra. de las Rosas, María Auxilio de las Madres pueden leer: www.tldm.org/Spanish/default.htm , aunque no están en su versión original, y cumplir algo de lo que se entiende, e ir construyendo conforme a las enseñanzas de la Santa Tradición de la Iglesia, para seguir cumpliendo lo demás. Y se llega a ser de los inscritos en el Libro de la Vida. Leer S. Mateo 5, 17-20] ..

233.- Consejo práctico.- El incauto y falto de criterio directivo, halla piedra de tropiezo, de escándalo y de pecado, hasta en las cosas buenas; todo depende del punto de mira en que se coloca para observarlas. Lo delicado de la materia de que se trata en esta lección y la siguiente, nos lleva a aconsejarte, querido joven, que mientras las estudias o lees para tu recta dirección, tengas la mente puesta en el cielo, donde no caben imaginaciones insanas ni nada podrido. Permanece con el espíritu muy levantado entre los ángeles y esmérate en ser como uno de ellos.

[Aprendan de memoria la poesía completa “Nada te turbe” de Santa Teresa de Ávila.]

234.- División de la castidad.- La castidad puede ser perfecta o imperfecta. La primera excluye en absoluto todos los placeres carnales. La segunda los modera, y excluye sólo los lícitos.

La castidad perfecta es la virginidad espiritual y corporal, es decir, la abstención voluntaria y firme de todo acto y deleite carnal, acompañada del propósito de no mancillarse nunca con acto alguno contrario. --
La castidad imperfecta puede ser conyugal y viudal. La primera es la de personas casadas; la segunda, la de personas viudas.

La castidad es pureza cuando se moderan algunos actos menos principales que pueden conducir o acompañar a pecados deshonestos.

El mismo Dios, como remedio preventivo o muro de defensa de la castidad, imprime en nuestra alma el sentimiento natural del pudor, para salvaguardar la inocencia y ayudar al hombre a refrenar su apetito carnal. “El pudor es una fortaleza en la que están reunidas todas las virtudes” (A. Lápide). Es la castidad prudente y sincera. Hay pudor de la vista, de la lengua y del oído y pudor del vestido, del porte y de las manos. “El pudor y la modestia son hermanas menores de la pureza”.

235.- Obligación de la castidad.- Dios ha impuesto a todos los hombres la obligación grave –bajo pena de condenación, si no hay arrepentimiento y enmienda- de guardar castidad cada uno según su estado: célibe, casado o viudo.

Es de fe, puesto que así consta en la Sagrada Escritura: No os engañéis, ni los fornicarios,… ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los sodomitas…, poseerán el reino de los cielos (Iª, Cor., VI 9-10).

La castidad es un deber natural y sobrenatural, pues en ambos órdenes es necesaria.

236.- Necesidad de la castidad.- Considerada desde el punto de vista meramente natural, la castidad es necesaria para conservar íntegras las facultades del alma y mantener la carne sujeta al espíritu; y no es menos necesaria para salvaguardar el vigor y la salud del cuerpo, el honor y bienestar de la familia, la paz, la prosperidad y las buenas costumbres en la sociedad.

El célebre médico Tissot decía: “No hay enfermedad más pestilencial, que destruya más las fuerzas naturales del cuerpo, que debilite más la virtud, que abrevie más la vida humana, que el pecado de la lujuria. ¿Quién puede contar todas las penalidades y padecimientos que este vicio trae consigo? ¿Quién puede describirlas? Las casas de locos y los hospitales de incurables nos dan de esto alguna idea”.

[El pecado hace que el demonio anule la mente y controle esa persona y la hace destructiva y autodestructiva de la sociedad, naturaleza, sabiduría… destruyen toda vida, principalmente odian la Santa Religión y aman el vicio aunque saben que los pudre a ellos y a los que les llega el hedor… y que terminan en el infierno, pero están tan descerebrados que no les importa. Empiezan buscando dinero y placer y terminan tan amargados en ese camino falso, que buscan la muerte para ellos y los demás.]

En el orden sobrenatural es necesario guardarla conforme al propio estado para conservar la espiritual filiación divina y el derecho a la gloria, pues con ella permanecemos hijos de Dios, miembros del Cuerpo místico de Cristo y templos vivos del Espíritu Santo, y herederos del reino de los cielos. Sin castidad toda virtud se derrumba, dice San Jerónimo.

237.- Su posibilidad.- Aún siendo difícil a la humana naturaleza, sobre todo después de la caída original, guardar la castidad, no por eso se ha de considerar imposible, como pretenden los viciosos para disculparse. Prueba de ello es que Dios manda guardarla y Dios no manda cosas imposibles. El secreto está en el auxilio de la gracia de Dios, que no niega el Señor al que se la pide. Mi gracia te basta, dijo Dios, a San Pablo, cuando éste le pedía que le librase del ángel de Satanás (IIª Cor, XII, 9). Y en otro lugar dice el Santo Apóstol: Todo lo puedo en Aquel que me conforta (Filip., IV, 13).

No sólo se puede sino que se debe ser casto. Lo debemos a Dios, a nuestro hermano y Señor Jesús, a nuestra Madre Castísima. Lo exige nuestra dignidad de hijos de Dios, el respeto que debemos al prójimo y mucho más la amistad si queremos que sea santa. Lo debemos a la sociedad, necesitada de dosis purísimas, para regenerar esa su podredumbre cadavérica que excita la ira de Dios.

[Excitar según su primera acepción: Provocar o producir una reacción o una respuesta en algo o en alguien.]

238.- Consejo práctico.- Quien quiere un fin ha de poner los medios para conseguirlo, de lo contrario sería un temerario, un presuntuoso: tentaría a Dios. ¿Quieres conservarte puro y casto? Sigue los ejemplos de un Luis Gonzaga, lirio de pureza, muerto a los 23 años [durante una epidemia, mientras servía a los enfermos, su madre lo había consagrado a la Virgen desde su bautismo; lo mismo que los padres de Santa Margarita María Alacoque, vidente del Sagrado Corazón, consagraron desde el Bautismo, su pureza a la Virgen]; de un Estanislao de Kostka o de una Juan Berchmans, azucenas blanquísimas, que entregaron su alma a Dios a los 18 y 22 años; de un Gabriel de la Dolorosa, casi de nuestros días, que a tu edad, llego hasta blandir, amenazador, un puñal contra el tentador que le incitaba procazmente a lo que Dios prohíbe; de un joven contemporáneo de 20 años que se defendió a brazo partido contra un provocador más robusto y de más edad que él… Si Agustín, encenagado en el vicio, llegó a ser gran santo y Padre de la Iglesia, ¿no podrás tú, con los mismos medios lo que él pudo?

[Con estos ejemplos escogidos en la línea de Santos que murieron jóvenes, parece que los puros mueren jóvenes y que “no te preocupes, ya tendrás tiempo de convertirte como San Agustín” pero la mayoría de LOS SANTOS FUERON PUROS DESDE SU NIÑEZ y muchos, en medio de tremendas penitencias toda su vida, pasaron de los 60 años: San Pedro de Álcántara (63), Santa Teresa de Ávila (que nunca hubiera permitido un ápice contra la honra, 67), San Juan Bosco (82), el Beato Sebastián de Aparicio (1502-1600) de perfecta castidad aún en sus dos matrimonios y que fue luego tremendo franciscano penitente y muy milagroso); y más.

Y si se convirtieron después de una vida no santa, después de su conversión observaron la PUREZA que es la reina de las virtudes.

Cuando una persona es instrumento del pecado, desaparece de ella toda sabiduría, puede, tal vez, hacer un descubrimiento científico, pero lo va a usar estúpidamente para el mal, aunque en su ceguera piense que hace un bien al mundo. Ej. esa adición de ácidos omega 9 y omega 6 a los alimentos… que al final en lugar de alimentar te roban las reservas del organismo, tal vez el investigador pensaba que hacía un bien a quien tenía gula… pero mejor no haber descubierto eso.

Hay que combatir y reparar lo que está haciendo el demonio con el mundo, que ataca la buena ciencia y los buenos libros, convierte los seminarios en camada de víboras y pervierte a los niños con la ideología de género. Y hay que confesarse frecuentemente cumpliendo los propósitos de enmienda, éso más las Comuniones piadosas y muy bien preparados y la devoción a la Santísima Virgen son esenciales, enseñan los santos.]

Sí, querido joven, si quieres, puedes. “Todo lo que quiere Dios se puede. Y Dios quiere que seamos castos. No te turbes. Serenidad… reflexión… energía… distracción… Serenidad, para no perder la cabeza, que en estas tentaciones se suele escapar o esconder. Reflexión, para advertir que no vas a resolver nada con gustar el placer de un momento. Energía, para hacer lo que más te conviene. Distracción, tendiendo el espíritu a otros pensamientos, a otras ideas, a otros campos (P. Vilariño). Convéncete de que puedes y debes ser casto, y con esto has ganado la mitad de la partida.

239.- Su excelencia.- La castidad perfecta es una virtud angélica y toda celestial que hace al hombre semejante a los ángeles. Es la virtud que más nos acerca a Dios; virtud sublime que cautiva el corazón. Con ella se eleva el hombre por encima de las inclinaciones bajas de su naturaleza, corrompida a consecuencia del pecado original; se espiritualiza y engrandece, y dale Dios virtud y fortaleza para arrostrar cualquier sacrificio, hasta el de la vida, si preciso fuera, como nos lo enseña la Historia Eclesiástica con los millares y millares de vírgenes que prefirieron la muerte antes que la mancha.

Tanto ama Dios la castidad virginal que tiene predilección especialísima para las almas castas. Por esto escogió Jesús a una Madre Virgen Inmaculada, a un padre adoptivo virgen, a un precursor virgen. San Juan Evangelista fue su discípulo predilecto porque era virgen. Entre los bienaventurados puso a los castos: Bienaventurados los limpios y puros de corazón, porque ellos verán a Dios (Mat., V, 8).

La castidad representa el triunfo del espíritu sobre la materia (Severo Catalina)

Los Santos y Doctores son inagotables cuando hablan de las excelencias de la pureza y de las almas castas: “La pureza es la reina de las virtudes (San Pedro Damiano). Es la pureza el encanto de los ángeles, la victoria frente a las pasiones, la reina de las virtudes, la posesión de todos los bienes, el ordenamiento y decoro del orden eclesiástico… (San Cifriano). “La castidad es una perfección más que humana” (San Cirilo de Jerusalén). “Es de origen divino, pues la trajo Dios del cielo a la tierra” (San Ambrosio).

“Los que llevan una vida pura son ángeles en carne mortal” (San Basilio). “Las almas castas forman una familia de ángeles que Cristo ha establecido en la tierra para tener ángeles que le alaben, no sólo en el cielo, sino también en el suelo” (San Jerónimo). “Las almas puras son ángeles de superior jerarquía, pues los ángeles no tienen combate que sostener; mas las almas puras conservan la castidad pese a las continuas tentaciones del demonio” (S. Basilio). “¡Oh cuán bella es la generación casta con esclarecida virtud! Su memoria es inmortal porque es conocida de Dios y de los hombres” (Sab., IV, I).

“La hermosura que se acompaña de la honestidad, es hermosura; y la que no, no es más de un buen parecer. La mejor dote que puede llevar la mujer es la honestidad; porque la hermosura y la riqueza el tiempo las gasta o la fortuna las deshace” (Cervantes)

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Hasta los paganos, en medio de sus aberraciones abominables, vislumbraron la belleza de la castidad. Así, por ejemplo, en Roma, las vestales, sacerdotisas de Vesta, encargadas de mantener el fuego “sagrado”, eran, por todas partes objeto de los máximos honores. Si el emperador las encontraba en la calle, debía cederles el paso, y sus acompañantes tenían que humillar con respeto sus insignias ante ellas. Pero, si alguna de ellas caía en pecado de impureza, era una gran desgracia para el Estado. Entonces, no bastaba la pena de muerte para reparar la caída; era menester ofrecer sacrificios expiatorios. Entre los antiguos sajones, la doncella o casada que se dejaba llevar de la impureza o del adulterio, era ahorcada y su cuerpo quemado; y en el mismo lugar de la cremación se ahorcaba también al seductor.

240.- Ventajas y premios.- La castidad tiene, en esta vida y en la otra, ventajas inapreciables. Los esfuerzos continuos que su conservación exige, le dan delante de Dios un mérito inmenso; por eso una recompensa especial está reservada en el cielo para los que la guarden fielmente.

En la vida presente, “trae consigo una indescriptible gracia y suavidad y proporciona un placer más dulce que todos los placeres de la carne”, dice San Isidoro. Aunque no fuera más que esa felicidad y esa dulce paz que siente el alma, ya sería una ventaja muy grande; pero a esto hay que añadir las luces especiales del cielo que ilustran el entendimiento y le descubren horizontes ocultos a los viciosos.

“La pureza, la interior hermosura y la libertad del ángel, hacen eruditos y maestros; ilustrados, filósofos y teólogos, y en todas materias instruídos” (San Agustín).

Vemos confirmado esto en la vida de muchos santos legos, los cuales, sin estudios, poseían la ciencia de Dios, y el Espíritu Santo hablaba por su boca.

El alma casta cobra un temple tal que llega fácil y llanamente hasta el heroísmo de la virtud. Muchas veces distingue Dios a las almas virginales con particulares revelaciones como hizo con Santa Brígida, Santa Magdalena de Pazzis, Santa Margarita María de Alacoque, etc. Por eso Santo Tomás de Villanueva las llama “secretarias de Dios, puesto que a ellas descubre el Señor sus secretos”.

[A Santa Brígida la casaron contra su voluntad, pero tuvo un buen matrimonio que hizo por ej. peregrinaciones a lugares santos, en una de ellas, camino a Santiago de Compostela, su marido Ulf cayó gravemente enfermo, San Dionisio se apareció a Santa Brígida y le prometió que su marido no moriría en aquella ocasión. Cuando ella enviudó, se elevó en santidad y una de sus hijas es también Santa.]

“El alma pura y escondida ahora a los ojos del mundo, brillará un día ante los ángeles al Sol de la eternidad” (Santo Cura de Ars).

241.- Medios para guardar la castidad.- Muchos medios hay que ayudan a practicar la castidad y a apartarnos del vicio contrario. Unos son naturales y otros, sobrenaturales. Los primeros se llaman también negativos y los sobrenaturales, positivos.

Los medios naturales ayudan, pero no son eficaces por sí mismos. Sólo será casto el que, con deseo sincero de vivir limpio de alma y cuerpo, se valga de los medios sobrenaturales. Todos ellos están contenidos, en cierto modo, en este consejo de Nuestro Señor: Vigilad y orad, para no caer en la tentación (Mat., XXVI, 41).

Los medios negativos son: evitar la ociosidad y las ocasiones de pecar, practicar la mortificación de los sentidos, la vigilancia sobre sí mismos y el examen diario de conciencia. Con ellos apartamos las tentaciones y huimos de las ocasiones de mancharnos y ofender a Dios.

[Se necesita hacer mucho más para apartarnos de las tentaciones.]

Los medios positivos fortalecen el alma para la lucha y dan firmeza a la voluntad para repeler las tentaciones que nos hostigan a pesar de las precauciones que tomamos. Estos medios son: la oración asidua y fervorosa; la frecuencia de los Sacramentos, sobre todo de la Confesión y Comunión; la devoción filial a María Santísima, el recuerdo de las grandes verdades, en particular la presencia de Dos, y la resistencia pronta a los primeros asaltos de la tentación, conforme al sabio consejo de la experiencia ascética:

Atajar al principio el mal procura;
si llega a echar raíz, tarde se cura.

[Leer el sueño de San Juan Bosco: Los pañuelos de la Virgen https://bibliaytradicion.wordpress.com/inquisicion/los-suenos-de-san-juan-bosco-indice]

En la lucha por la castidad hay que evitar dos escollos contrarios:

1º La presunción que impulsa a confiar en las propias fuerzas y a descuidar la oración, la recepción de los Sacramentos y demás medios preventivos de las caídas.

2º El desaliento que, a consecuencia de turbaciones interiores, caídas y dificultades que nunca cesan, incitaría a abandonar la lucha.

242.- Medios negativos.-

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a) Evitar la ociosidad. Dice San Bernardo que “el espíritu del ocioso es un camino por donde se pasean todos los demonios impuros y que su corazón es una charca en donde pululan los reptiles más repugnantes”.

b) Por el contrario, el trabajo, tanto intelectual como manual, es buen preservativo contra los pensamientos impuros y los disipa cuando se presentan. El amor al trabajo es un excelente defensor de la castidad, sobre todo en la juventud.

[Dice San Juan Bosco que mientras se esté ocupado en estudiar o trabajar fuerte no se acerca el demonio. Pero obvio que él predicaba y hacía grandes obras de virtud para convertir a sus alumnos. Si no se está meditando 1 hora diaria en Dios Padre por ej. para aterrizar las enseñanzas de los 15 minutos diarios que hay que leer de la Biblia, y si no se está trabajando por el Reino (al menos trabajar por la paz mínimamente rezando el Rosario completo diario por la paz del mundo y la conversión de los pecadores, y hacer sacrificios por conversiones), al mínimo fin de semana largo que se tenga, hay tiempo para que los ratones invadan el cerebro. La TV es pudridora de almas. Y otro peligro es tener una vida aparentemente digna, pero vacía, convirtiéndose en un adicto al trabajo que no sabe priorizar el alma.]

b) Huir de las ocasiones de pecar, como son las personas o amistades peligrosas; los espectáculos indecentes: teatros, bailes, etc.; las malas lecturas, fijar la mirada en pinturas, esculturas y grabados indecentes; todo lo cual incita a la lujuria.

[Y ahora entró la tv en las casas, que la cámara guía los ojos a lo más indecente y pone música acorde, o peor: telepatía que transmite sensaciones emocionales o físicas de la peor calaña. Cuando entró la TV, entraron los malos ejemplos de modernismo y mugre moral, la gente dejó de ir a Misa, se convirtieron por eso en asesinos de las almas de sus hijos (escándalo) y luego… asesinato por todas partes: aborto… que trajo violencia de género (vean las estadísticas y se darán cuenta que ésta empezó a ser plaga luego de que se generalizara el aborto en cada país, legal o no y sobre todo, al aprobarse la homosexualidad. Tenía estadísticas de Uruguay y España y se ve clarísimo, acá no hay muchas estadísticas pero aumenta el aborto y enseguida aumentan mucho los femicidios, que también son en el 99% “parejas” de no casados (y por lo tanto no bendecidos) como Dios manda. Hace unos años hablé con un policía retirado y me dijo que en sus años de servicio sólo 1 vez se topó con un caso de violencia de género, el individuo le había pegado a la mujer, y eso fue suficiente para que los agentes lo llevaran a comisaría y le dieran sopa de su chocolate, y luego le dijeron: “andá ahora si querés a pegarle a tu mujer”… nunca más) la TV directamente enseña cómo hacer cosas criminales en el 90 por ciento del tiempo de la película, donde va ganando “el malo”, y en los noticieros también enseñan hasta los métodos de los criminales.

[El incremento sideral de femicidios en España fuera después de las leyes que aprobaron la homosexualidad y sobre todo la ideología de género. En Uruguay fue un incremento terrible justo luego de aprobar el aborto. Dirán “en todo el mundo se dio al mismo tiempo”. No, porque no fue un año antes de esas leyes grotescas sino exactamente después en cada país. Es obvio que, como las madres son las guardianas de las almas de sus hijos y familia en gral. … si abortan, permiten que se les enseñe camino de condenación por perversión o les dan escándalo con parejas… y los niños se crían peor que ellas y terminan haciendo atrocidades mayores. Encima hay ahora ancianas que viven con “parejas” y el viejo pervertido lo que hace es violar a las nietas, hay más de un caso en este país. ¡Cuándo van a vomitar la TV que tragaron!!!! Y además un día vi de reojo que hay novelas en horario de máxima audiencia (20-21 hs) que vienen de Brasil, donde se muestran tipas occidentales en historias con musulmanes… mucha musulmanería viene de Brasil por noveuchas. ¡Un musulmán que habló en un congreso de la “esperanza” en Italia, enseñaba en su país, por tv, a apalear mujeres!!!!, que es además lo que les enseña el corán. ¿Cuándo van a tratar de imitar a los santos (que incluye santas)? ¿O mínimo a ser damas dignas con hijos que no estén muriendo de inanición en sus almas?]

c) Mortificar los sentidos: sobre todo la vista, porque los ojos son las ventanas por donde entra la muerte en el alma, como le sucedió al rey David. Por los ojos entran los malos pensamientos y los deseos impuros. Basta una mirada para perturbar un corazón tranquilo, y una lectura para trastornar una imaginación serena.

[ Lean todos los sueños de San Juan Bosco, son maravillosos remedios y profecías del Cielo.]

Se mortifica el oído y la lengua no escuchando ni permitiéndose palabra, canción o broma deshonesta; el tacto, no consintiendo a las manos tocamiento alguno que se aparte de la más correcta reserva cristiana, y el gusto, evitando intemperancias en la comida, y más aún en la bebida, que es lo que principalmente lleva a cometer deshonestidades.

[Cuidado con las canciones del mundo y que se repiten tan idiotamente. Obvio que el Juez es Dios, y sólo las autoridades legítimas (religiosas y civiles) tienen derecho para juzgar y actuar en consecuencia. Pero es muy típico de las serpientes inventarse su propia pseudo justicia y pensar que “ahora les está permitido hacer mal a alguien, porque esa persona dijo o hizo algo”.]

d) Vigilancia sobre sí mismo: mente y corazón.- Debemos velar, no sólo sobre los sentidos, sino también sobre la mente y el corazón.

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Debemos apartar de la mente, sin turbación, pero también sin negligencia, toda imaginación o pensamiento impuros en cuanto se presenten. De ordinario es fácil pensar en otra cosa, distraerse y elevar el corazón a Dios. En esta clase de combates, es vencedor el que huya rápidamente.
La vigilancia sobre el corazón consiste en desconfiar de las amistades demasiado sensibles y sentimentales, que luego se cambian en sensuales y acaban por convertirse en carnales.

[Dirán… ¿pero si se quieren y se casan (¡sin haber quebrado el 6to mandamiento! o habiéndose confesado antes por tradición)? Es algo. Pero la sensiblería, el sentimiento y la sensualidad no son buenas bases para un matrimonio, ni el "pasarlo bien juntos", ni la esclavitud "por una causa". Dicen por ahí que “Amarse no es mirarse a los ojos, sino mirar juntos en la misma dirección” les falta decir que esa dirección debe ser agradar a DIOS, que es el único que tiene poder para hacer algo hermoso y santo de tu vida; La Santísima Virgen, los Ángeles y Santos colaboran en esa tarea.]

e) El examen de conciencia hecho diariamente, es medio muy eficaz para evitar o disminuir los pecados, corregir los defectos y adquirir gran pureza de corazón, especialmente en lo que toca a la santa virtud de la castidad. El examen de conciencia es como el ojo del alma que nos guía en el camino de la vida cristiana.

243.- Medios positivos.

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a) La oración: Es medio indispensable, pues únicamente con la ayuda de Dios puede la humana naturaleza sostenerse en el combate continuo que ha de librar contra los enemigos de la castidad.

b) La frecuencia de Sacramentos: la Confesión es medio eficaz para vivir puramente y, en caso de caer, para rehabilitarse completamente a los ojos de Dios. La sagrada Eucaristía, alimento y fortaleza del alma, es como el antídoto o contraveneno del vicio impuro. Con estos dos medios de Confesión y Comunión, San Felipe Neri curó pronto a un joven que acudió a él en busca de remedio contra el vicio impuro que le dominaba.

c) La filial devoción a María Santísima: “Enseña la experiencia que las almas más puras son las más devotas de la Virgen de las Vírgenes” (Bto. Marcelino Champagnat).

d) El recuerdo de las grandes verdades, tales como las postrimerías, los tormentos del infierno, las penas del purgatorio, la pasión de Jesucristo y la presencia de Dios, que nos mira y nos ha de juzgar.

244.- Consejos prácticos.- Querido joven: NO olvides que la castidad es una virtud frágil y delicada, y que sólo puede conservarse protegiéndola con otras virtudes. Viene a ser como una ciudadela que necesita cuatro fuertes avanzados para su defensa:

1º La humildad.- enemiga de la presunción-, de la que nacen la desconfianza de sí mismo y la huída de las ocasiones peligrosas (malos compañeros, malas lecturas, espectáculos “libres” e indecentes).

[La verdadera libertad es elegir lo que hace bien al alma, mente, corazón, organismo, familia, sociedad, planeta… porque el demonio está siempre poniendo trampas de ataduras bajo la apariencia de “liberación”. Los hijos de la serpiente quieren dominar, para ello matan, pensando que tienen un “permiso como el dado por Dios en las profecías de Jeremías” (Jer. 1, 10)… pero todos somos únicos e irrepetibles.

Se pueden tener misiones similares a alguien… pero todas únicas e irrepetibles. Además, Jeremías jamás traicionó la Palabra de Dios…, menos el 5to. Mandamiento. En la época de Elías “se cerró el cielo” 3 años, pero fue por voluntad de Dios y para conversión de la gente. Siempre es para bien espiritual, no para ambiciones libertinas de los bichos, que se inventaron una guerra no declarada (contraria a las leyes de Dios para las guerras) contra los católicos, que vivimos pacíficamente, y encima se inventan leyes “por encima de Dios” por ej. que en el amor y la guerra todo vale y después, infiltrados como sacerdotes católicos, racionalizan el pecado diciendo que las relaciones sex. prematrimoniales son una “preparación para el amor”. ¡No lo son! Son aventurarse en el odio (usar al otro, vicio, etc.), que es traicionar a Dios Amor, fuente de todo bien.]

2º La mortificación que, luchando contra el amor a los placeres, ataca al mal en su raíz.

3º La aplicación a los deberes de estado, la diligencia en el empleo u ocupación, que previenen los peligros de la sociedad, madre de todos los vicios.

4º El amor de Dios, el cual, si llena el corazón, impedirá que te entreguen a afectos peligrosos, y te instará a que le pidas pureza y firmeza de voluntad.

[“Entretenerse” en la vida cultivando las virtudes y no con entretenimientos de luces falsas.]

Colocada en el centro de ese cuadrilátero, tu alma no sólo puede rechazar los ataques del enemigo, sino también perfeccionarse en la pureza.
Añade a todo esto una gran devoción a la Inmaculada Virgen María, [Inmaculada significa “sin mácula”, sin mancha] pues su solo nombre inspira pureza, e, invocando con sentido amor y confianza, basta para apartar la tentación. Conságrate totalmente a Ella y velará sobre ti como bien y propiedad suyos, y te ayudará a rechazar victoriosamente las tentaciones más angustiosas y molestas. Toma la costumbre de rezar diariamente, y aún más a menudo, el Oh Señora mía y Madre Mía, el Bendita sea tu pureza y la invocación: ¡Oh María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!… tan eficaz contra este género de pecados.

En todo tiempo ora y confía en Dios, como si de Él solo dependiese la guarda de tu castidad; y pon de tu parte todos los medios convenientes, como si de ti solo dependiese el éxito.

[Las oraciones que nombra ya las publiqué en noviembre 2020 y hace poco también, son parte de las “Oraciones de la mañana” del Pequeño Manual de Piedad, 1949, que dice en su 3er página, como deben decir todos los buenos escritos católicos: PUEDE REIMPRIMIRSE.

Consagración a la Sma. Virgen
Oh Señora y Madre mía, yo me ofrezco todo a Vos; y en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón y todo mi ser. Ya que soy todo vuestro, oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra. Amén. Rezar un Ave María. (300 días de indulgencia una vez cada día. Pío IX). `

[Lean las Directrices de Nuestra Sra. de las Rosas www.tldm.org/Spanish/directives/directives.htm]

A MARIA INMACULADA

Bendita sea tu pureza,
Y eternamente lo sea;
Pues todo un Dios se recrea,
En tan graciosa belleza,
A ti, celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
Yo te ofrezco en este día,
Alma, vida y corazón;
Mírame con compasión,
No me dejes Madre mía.
Ave María purísima,
Sin pecado concebida.

Y la invocación a María Inmaculada… es súper poderosa y es parte de la Medalla Milagrosa que debemos tener siempre al cuello junto con los otros sacramentales: El Crucifijo, El Escapulario marrón, impuesto por primera vez por un sacerdote franciscano o carmelita (o ponérnoslo simplemente bendecido y luego buscar un sacerdote franciscano o carmelita, si nos lo impuso un sacerdote cualquiera, luego los franciscanos o carmelitas no querrán imponernos el Escapulario), y la medalla de San Benito. También el Rosario. El escapulario marrón va debajo de la ropa, pero lo imprescindible que tiene que estar bien visible es la cruz con la imagen de Jesucristo. Copié hasta acá arriba.

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